Si tu cámara te ofrece la posibilidad de tener un control manual sobre sus funciones, entonces podrás tener mayor control sobre la imagen resultante. Los tipos de técnicas avanzadas serán distintos dependiendo de la cámara que tengas —las pequeñas cámaras automáticas ofrecerán generalmente menos posibilidades (o limitarán las opciones a algunas funciones preseteadas)—, mientras que las más avanzadas te permitirán gozar de una gran flexibilidad en cuanto a la toma de la foto. Por su parte, las cámaras semiprofesionales o las cámaras DSL tienen lentes que permiten opciones más creativas para tus fotos.
Controlar la apertura del diafragma es una técnica avanzada que te permite manejar el ancho de la apertura del lente (como el iris de un ojo), permitiéndote tener un control más directo sobre cuánta luz entra en la cámara.
La apertura del diafragma, o apertura del objetivo, se ajusta mediante una anillo que suele estar en el propio objetivo y viene graduado con una serie de "números f/": f/1 - f/1.4 - f/2 - f/2.8 - f/4 - f/5.6 - f/8 - f/11 - f/16 - f/22. El tamaño de la apertura del diafragma disminuye al aumentar el "número f/"; eso significa que con f/2 entrará más luz que con f/5.6. También podemos deducir que los objetivos "más luminosos", o sea, los que permiten una apertura mayor de diafragma, son aquellos que tienen un número f/ más pequeño.
Ajustando la profundidad de campo mediante el diafragma podremos controlar a nuestro gusto el resultado final de una imagen. Por ejemplo, suele suceder que en la fotografía de paisaje queremos que aparezca enfocado desde el primer plano hasta el horizonte; entonces debemos reducir al máximo la abertura del diafragma. Para que llegue al negativo la luz correcta hay que aumentar el tiempo de exposición usando velocidades lentas de obturación, por lo cual, si no hay bastante luminosidad, habrá que colocar la cámara sobre un trípode u otro soporte improvisado para que no vibre. Usar un objetivo de distancia focal corta (menos de 50 mm.) es lo más indicado para estas ocasiones.
También puede suceder el caso contrario: que deseemos centrar toda la atención en el tema de la foto y que no nos moleste nada de cuanto nos rodea. En este caso, abriremos el diafragma al máximo y de esta manera obtendremos un fondo desenfocado y liso. Este efecto se puede acentuar usando teleobjetivos (cuanto mayor es la distancia focal menor es la profundidad de campo que ofrecen) y acercándose mucho al tema, ya que la profundidad de campo es menor en los primeros planos y aumenta al alejarnos.
Controlar la velocidad del obturador también puede ayudarte a cambiar el sentimiento general de una foto. Por ejemplo, podrías recurrir a una velocidad alta del obturador para capturar acciones rápidas, deportes, u otras áreas en las que debes “congelar la escena” como un mercado lleno de gente. Al mismo tiempo, usaras una menor velocidad del obturador para capturar escenas de escasa luz o dar una sensación de movimiento a la foto —por ejemplo, capturar el movimiento del agua en una cascada o el tránsito a lo largo de una importante carretera—.
Una foto movida se produce cuando la velocidad seleccionada no fue lo suficientemente rápida o a que presionamos de manera muy brusca el botón disparador y la cámara estaba en movimiento mientras se registraba la imagen en el sensor.
En paralelo al mundo de las cámaras a rollo, las cámaras digitales también usan el término ISO para referirse a la sensibilidad del sensor digital —en las primeras, ISO hace referencia a la sensibilidad de la película—.
Cuantificamos la sensibilidad ISO en forma numérica (ISO 100 ó ISO 800), siendo el valor más alto más sensible a la exposición de la luz. Normalmente, esto es controlado automáticamente por la cámara, pero, al cambiar manualmente el valor ISO, puedes hacer que el sensor de la cámara sea más sensible a la luz, permitiéndote tomar fotos con una mayor velocidad de obturador (una exposición más corta), o con una mayor exposición cuando trabajas con luz baja.
La compensación de un valor ISO más alto es similar a subir el volumen de un estéreo mientras reproduces una grabación —escuchas la música más fuerte, pero también escuchas más ruido de fondo—. De la misma manera, a usar un mayor valor ISO, introducirás más ruido en tu foto, aunque existen muchos programas que posibilitan reducir y eliminar el ruido en la computadora una vez tomada la foto.
El uso de filtros o lentes te permite cambiar completamente la forma en que la luz entra en la cámara. Por ejemplo, existe gran cantidad de filtros complementarios que pueden suavizar la foto, dar un ligero efecto borroso alrededor de los bordes para lograr una mayor sensibilidad en portarretratos, agregar destellos de luz para propiciar un tono dramático, o conseguir polarizar las fotos para controlar la luz y lograr imágenes más vívidas/saturadas. Si no puedes aplicar filtros a tu cámara, un buen truco es usar un par de lentes de sol frente al lente a modo de filtro polarizador —para mejores resultados, intenta que el sol esté detrás del fotógrafo).
Por su parte, las cámaras más avanzadas te permiten incorporar más lentes al lente principal, o cambiar este último completamente. En ambos casos, esto te permitirá, por ejemplo, agregar objetivos macro, que tienen la capacidad de enfocar a una distancia muy corta. Reproduciendo los elementos o imágenes enfocados a un tercio o cuarto de su tamaño real. Cualquier objetivo macro debe de estar preparado para realizar un enfoque sobre un objeto al 50% de su tamaño real con una ampliación, como mínimo, del factor 0,5. Otra posibilidad es agregar un lente u objetivo ojo de pez, cuya cualidad es distorsionar la perspectiva de las líneas de una imagen, haciendo que se curven hacia fuera.
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