Una de las mayores ventajas de la fotografía digital es la posibilidad de reescribir la historia con facilidad —puedes hacer cambios en tus fotos antes de imprimirlas o exhibirlas—. Hay una variedad de programas que permiten hacer retoques simples —como el Picasa de Google, el iPhoto de Apple o el Lview—, y existen también otros paquetes más complejos que ofrecen una mayor flexibilidad de edición y mejores resultados profesionales —como el PhotoShop de Adobe o el Corel Paint Shop Pro—. La mayoría de estos programas ofrecen características de ayuda online y tutoriales para guiarte a través de estas técnicas y más.
Entre las ediciones más comunes que se pueden hacer a las fotos, está la eliminación de los ojos rojos. Son muchos los programas que ofrecen esta posibilidad, y basta un simple clic para realizar en forma exitosa la operación.
Al mismo tiempo, es posible remover cualquier artículo no deseado de una escena, como un auto en la carretera o un nadador extraviado. Esta técnica es conocida como clonación, y lo que hace el programa es replicar una sección de la imagen para reemplazar otra. Al usar partes de la imagen original, el color y la textura son los mismos, y en consecuencia los resultados son tan buenos que pasan inadvertidos para el público general.
Otro de los “retoques” más conocidos es el ajuste de la luz que había disponible en el momento que fue tomada la foto —literalmente, cambiar cuán brillantes se ven algunos colores en relación a otros, y cuán brillante en general será la imagen—. Por ejemplo, así puedes hacer que una luz oscura luzca más brillante, o una foto apagada más vívida.
Otra corrección simple que puede hacerse es rotar la foto de modo que el horizonte o los objetos capturados aparezcan derechos. Esto es algo similar a rotar la foto en 90º hacia un lado o hacia otro, ya sea que se trate de una foto apaisada o de un retrato, pero en cambio lo que se hace es nivelar la foto para que parezca derecha. Según la perspectiva de la foto, puede no ser posible nivelar todos los elementos, de modo que deberías usar el horizonte como regla, o tomar un objeto dominante de la escena, como una persona o un edificio, y usarlo como guía.
La herramienta para recortar es una opción importante a la hora de editar, sobre todo con las cámaras nuevas que tienen mayor resolución (dándote una imagen fuente más grande con la que trabajar). Esta herramienta recorta las partes no deseadas de la foto dejándote únicamente aquellas partes que quieres conservar. Esto puede tener un efecto significativo en la foto, ya que puedes cambiar el equilibrio, la composición, y el sentimiento general de la misma. Por ejemplo, en una foto en la que el sujeto se encuentra centrado, puedes recortar parte de un costado para alinear objetos según la regla de los tercios, o remover porciones de fondo, como un edificio, un árbol, o una persona entrometida. Asimismo, puedes recortar una foto para pasar de una imagen apaisada a un retrato, y así tener una fotografía mucho más interesante que la original.
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