Lo que puede obtenerse de Iezalel:

La reconciliación entre esposos y con otras personas; fidelidad conyugal. La fácil memorización de una lección, habilidad, el poder de convencer a un interlocutor o a un superior al que se pide un favor o empleo. Habilidad para realizar un trabajo difícil.

“Iezalel, Dios glorificado sobre todas las cosas. Clamen al Eterno con gritos de alegría, todos los habitantes de la Tierra”.
“Jubilate Deo omnis terra: cantate et exultate et psallite”.
“Iezalel: dame, Señor, la justa medida de Tus virtudes, de manera que mi razón sea el juez absoluto de todos mis actos, ni mi imaginación pretenda ser dueña y señora de mi vida”.
“Haz que mis deseos acepten los mandatos de mi mente y que la fidelidad reine entre las distintas tendencias encerradas en mi ser”.
“Ayúdame, Señor, a recordar las conquistas morales de mi pasado, no permitas que exprese el error y una mentira”.
“Me has dado facilidad para aprender y convencer y quiero, señor Iezalel, que me alejes de las cosas nimias y que despiertes mi interés por lo eterno; a fin de que no puedan salir de mi boca palabras vanas ni propósitos intrascendentes”.
“Que pueda ser, Señor, el emisario convincente de Tu eterna verdad”.

Genio número 14: Mebahel

Lo que puede obtenerse de Mebahel:

Justicia. Imparcialidad benevolente de un tribunal. Derechos humanos. Reconquista de lo injustamente perdido. Libertad respecto de los que nos oprimen. Protección contra la calumnia y los falsos testimonios. Protección contra los que tratan de usurpar la fortuna ajena.

“Mebahel, Dios conservador. El Eterno es un refugio para el oprimido, un refugio en tiempos de desesperanza”.
“Et factus est Dominus refugium pauperis; adjutor in opportunitatibus in tribulatione”.
“Mebahel, dame atribuciones para construir el futuro con las pesas y medidas que Tú utilizaste para crear la maravillosa máquina del Universo”.
“Hincha, Señor, las velas de mis sentimientos para que pueda experimentar, vivo dentro de mí, la sagrada cólera de mis hermanos cuando han sido humillados y destrozados por la injusticia”.
 “Ponme, Mebahel, en la punta de la sociedad y haz que mis palabras sean lanza que desgarre lo falso y retorcido. Y sobre todo, señor Mebahel, no permitas que ponga mi talento al servicio de dirigentes que utilizan la calumnia y la opresión para entronizar lo corrupto”.
“Moviliza mis sentimientos, mis pensamientos, mis fuerzas morales para la lucha por un mañana humano, lleno de esperanza”.
“Instrúyeme, señor Mebahel, para que pueda ser artesano de Tu justicia”.

Genio número 15: Ariel

Lo que puede obtenerse de Ariel.

Que las mentes perversas se hagan piadosas. Una mejor armonía entre los deseos y el
pensamiento. Una mayor eficacia en el rendimiento humano y profesional. Un mejor acoplamiento del individuo a la sociedad y a las instituciones. Más amor y bondad del individuo hacia sus familiares. La exaltación de los sentimientos religiosos y el retorno a Dios.

“Ariel, Dios creador. El Eterno es mi retiro. Mi Dios es la roca de mi refugio”.
“Et factus est midi Dominus in refugium; et Deus meus in adjutorium speimene”.
“Hariel; límpia, Señor, mi cuerpo de deseos, a fin de que mi boca sólo exprese palabras gratas.
Dame, Ariel, fuerza y valor para enfrentar mi destino, cambiando en bien el mal que hice”.
“Pon Luz en mi mente, señor Ariel, para que a través de mi verbo puedan reconciliarse esos eternos enemigos que son el corazón y la cabeza”.

“Que mi verdad, Señor, sea siempre Tu Verdad, que mis convicciones no se aparten de la Ley Cósmica, que mi arte exprese de algún modo tu celeste armonía, que mi técnica y mi trabajo humano sirvan para hacer más evidente y diáfana Tu obra”.
“Haz de mí, señor Ariel, una puerta abierta para que ateos e impíos puedan descubrirte y amarte”.