Lo que puede obtenerse de Melahel:
La realización de los deseos. Mejora de relaciones con el prójimo. Protección en la actividad política y pública. Inspiración para las obras de creación. Obtención de abundantes cosechas.
Curaciones a través de las plantas. Protección contra las armas.
“Melahel, permíteme Señor, participar de la elaboración de ese relato cósmico que Tú escribes con las sucesivas oleadas de vida que propulsas por el mundo”.
“Inspira mi mente, Señor Melahel, para que pueda sacar conclusiones generales de las observaciones particulares, para que todo, dentro de mí, se reconstruya según su orden natural y pueda aportar a los demás la imagen de Tu divina armonía, a fin de que con ella reencuentren el ritmo perfecto en su organismo y se vea restablecida su salud”.
“Dame poderes para ser aquél que, a través de Ti, dé profundo y universal significado a las cosas, a los hechos, a las situaciones, a lo instituido, a lo que sólo es instante fugaz en tu sublime y eterno transcurrir”.
Genio número 24: Haheuiah
Lo que puede obtenerse de Haheuiah:
La misericordia de Dios, sobre todo para exiliados, prisioneros, fugitivos, condenados en rebeldía.
El perdón de los crímenes secretos, evitando presentarse ante la justicia de los Hombres, protección contra ladrones y asesinos. Perdón de los enemigos y reconciliación con los que nos han ofendido.
Asimilación de las malas acciones, de manera que no tengamos que sufrir tan intensas consecuencias kármicas inherentes a ellas.
“Haheuiah; Dios bueno por sí mismo. El ojo del Eterno está sobre quienes le temen, sobre los que esperan de Su bondad”.
“Ecce óculi Domine super metuentes eum; et in eis, qüi operant in misericordia ejus”.
“Haheuiah, Señor, tómame bajo tu custodia, sé mi instructor, sé mi guía, porque sin Ti todo se confabulará para extraviarme en mi camino”.
“Me has construido de tal modo, Señor, que no puedo sino perderme en el dédalo de mis sueños, y por petrificar esos sueños humanos puedo atentar contra los seres y contra las leyes de la vida”.
“Tómame bajo tu costodia, Señor; sé mi instructor y mi guía”.
“Si te pido protección, no es para que me evites los castigos que mis acciones puedan merecer, sino para que me conduzca sin sobresaltos a esa mansión donde la luz es una fuerza estabilizadora que puede captar la mente”.
“Desde allí comprenderé el mundo, me comprenderé a m í y a Ti y entonces podré ser una piedra angular en Tu obra. Tómame bajo Tu custodia, Señor; sé mi instructor y mi guía”.
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