Lo que puede obtenerse de Nith -Haiah:
Revelaciones en sueños. Sueños premonitorios. Influencia a distancia. Ayuda en las operaciones mágicas y en exorcismos.
“Nith-Haiah: Dios que da con sabiduría”.
“Cantaré al eterno con todo mi corazón y contaré todas sus maravillas”.
“Confitebor tibi Domine toto corde meo, narrabo omia mirabilis tua”.
“Nith-Haiah; Señor, haz que en mí Tu luz sea dura y firme como una piedra; haz que mis ambiciones sean vastas, no para proyectar en mis hermanos la imagen de mi personalidad, sino para reflejar en ellos Tus divinos poderes”.
“Dame soledad y sosiego para impregnarme de Tu esencia, de modo que mi vista pueda alcanzar a ver aquello que normalmente escondes a la mirada profana”.
“Y ayúdame contra la tentación de utilizar tus virtudes para alentar mi vanidad o para perjudicar a mi prójimo”.
“Haz que mis ofrendas, Nith-Haiah, sean gratas al Eterno”.
Genio número 26: Haiah
Lo que puede obtenerse de Haiah:
Ganar un proceso y poner a los jueces de su parte. El descubrimiento de lo que la parte contraria esconde. El descubrimiento de las conspiraciones contra una misi ón que dé sentido a la vida. Éxitos en política, en el diálogo, en discursos. El conocimiento de los misterios del cosmos.
“Haiah; Dios oculto.”
“Te invoco con todo mi corazón. Escúchame, Eterno, a fin de que guarde tus estatutos”.
“Clamavi in toto corde me, exaudi me Domine, justificationes tuas requiram.”
“Haiah: permíteme, Señor, ser en la Tierra el depositario de Tu luz, el digno portador de Tu verbo, y si me son concedidos poderes para arbitrar conflictos, ayúdame, para que pueda aportar soluciones desde una perspectiva cósmica, pensando en el bien de la gente y en la armonía con que todo debe encadenarse en Tu universo”.
“Despierta en mí la inquietud de lo trascendente, a fin de que Tu luz almacenada pueda ser Tu embajador, Tu plenipotenciario, aquél que desde la columna del centro aporta equilibrio a los que viven gozosos a Tu derecha y a los que se han perdido en el camino de la izquierda”.
“Entre el Bien y el Mal, permíteme ser el Hombre justo”.
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