En esta prueba el sujeto sostiene un hilo del que pende un objeto (en la prueba original se trata con una canica, de ahí su nombre, pero no cualquier objeto funciona, y si este brilla, o es atrayente, mejor), con el codo de esa mano apoyado sobre la mesa.
El hipnotizador empieza a darle sugestiones a cerca de que va a comenzar a moverse, hasta que el movimiento se hace visible. (Es una prueba muy fácil de hacer)
El sujeto, apoyándose en un codo sobre la mesa, sostiene un hilo del que pende un objeto, mientras, el hipnotizador le dice:
“Mira este objeto y concéntrate totalmente en él. Continúa relajado. Dentro de poco vas a notar que el objeto comienza a moverse... No importa en qué sentido, pero el objeto se va a mover. Ya está empezando a moverse, imperceptiblemente... El objeto se mueve cada vez más. Obsérvalo. Se mueve. Piensa en el movimiento del objeto... Piensa en el movimiento del objeto y ese movimiento será cada vez más amplio.”
Cuando el movimiento sugerido se produce realmente (a veces es necesario insistir), el hipnotizador prosigue, sincronizando sus palabras con el balanceo del objeto: (tienes que describir todo lo que está pasando, para hacerle creer al inconsciente del sujeto que todo lo que dices está pasando. Cuando en realidad, estas diciendo lo que está ocurriendo. Tienes que ajustar el siguiente párrafo a lo que esté pasando, es decir, no vayas a decir “El objeto oscila hacia delante” cuando este va hacia atrás. Ok?
“El objeto oscila hacia delante... hacia atrás, hacia delante... hacia atrás. El objeto oscila cada vez más rápidamente. Y como la amplitud de su movimiento está constantemente aumentando, ya no puedes detenerlo. Es inútil intentar detener el movimiento del objeto...”
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