Este procedimiento utiliza la técnica del cansancio visual, exige que el sujeto mire fijamente la llama de una vela colocada detrás de una botella transparente llena de agua.
El hipnotizador da las siguientes instrucciones:
“No retires la vista de la llama. Solo cuando yo diga uno cerrarás los ojos completamente, y cuando diga dos los abrirás al máximo. Después, cuando diga tres los cerrarás de nuevo, y así sucesivamente. Voy a empezar. Uno, cierra los ojos... Dos, abre los ojos, mira bien la llama... Tres, cierra los ojos... Cuatro, abre los ojos...”
Al tiempo que compruebas que tus instrucciones se cumplen a la perfección (los ojos deben estar cerrados completamente y abiertos al máximo), el hipnotizador prosigue la cuenta hasta llegar al número veintitrés. Después modifica el discurso de la siguiente manera:
“Veinticuatro, tus ojos se cansan... Veinticinco, tus ojos están cansados... Veintiséis, dentro de un instante tus párpados van a pesar... Veintisiete, tus párpados parecen pesados... Veintiocho, tus párpados son pesados, pesados, pesados... Veintinueve, tus párpados pesan y van a pesar cada vez más... Treinta, tus párpados son pesados, pesados, pesados... Treinta y uno, te resulta cada vez más difícil abrir los ojos... Treinta y dos, se hace muy difícil abrir los ojos... Treinta y tres, tus párpados se cierran... Treinta y cuatro, estás tranquilo, estás relajado... Treinta y cinco, te desentiendes de todo, te vas a dormir... Treinta y seis, tu cuerpo se relaja; tu cuerpo es pesado, pesado, pesado... Tu cuerpo está caliente, caliente, caliente... empieza a adormecerse... Treinta y siete, tus miembros son pesados, pesados, pesados... Treinta y ocho, el embotamiento se apodera de tu cuerpo... Treinta y nueve, un agradable entumecimiento invade todo tu cuerpo... Cuarenta, la calma reina a tu alrededor y estás tranquilo... Cuarenta y uno, todo se vuelve negro... Cuarenta y dos, todo es negro y te vas a dormir... Cuarenta y tres, dormir, dormir... Tienes ganas de dormir, ganas irresistibles de dormir... Cuarenta y cuatro, duermes... duermes... duermes...”
Mientras sigues contando (a veces es necesario llegar hasta cien para que se produzcan los efectos), el hipnotizador añade después de cada número:
“Tu sueño es cada vez más profundo, tu relajación es cada vez mayor...”
(Un consejo: cuando hables al sujeto, no tengas prisa por acabar. Es incluso mejor hablarle lentamente y terminar por el número cincuenta, que hacerlo rápido, corriendo el riesgo de llegar a cien y sin conseguir nada.)
Esta es una técnica muy fácil de aplicar. Como mínimo deberías manejar la sugestión, es decir, que sepas realizar correctamente la prueba de la caída hacia atrás, que la hayas hecho y te haya funcionado, en este caso, el porcentaje de éxito es del 95%. (Conseguirás incrementar este porcentaje de éxito aplicando técnicas de profundización)
Recuerda el procedimiento correcto para hipnotizar: entrevista, pruebas, hipnosis de prueba (sucesión de todas las técnicas de hipnosis y métodos de profundización), detección de los estados para ver en qué técnica entró en Z2 (o en Z1 depende para qué quieras hipnotizar), realizar otra vez todas esas técnicas y métodos hasta llegar a la que le hizo entrar en el estado deseado, y una vez en el estado deseado, hacer lo que se perseguía.
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