La medicina ortodoxa utiliza principalmente el principio del "anti". Sus medicamentos producen y provocan la reacción contraria a la que está presente en el enfermo. Si hay inflamación se prescriben anti inflamatorios. Si hay dolor: se prescriben anti dolores (analgésicos, ejemplo, aspirina). De esta manera la medicina tradicional consigue suprimir síntomas y, en ocasiones, hasta enmudecerlos por completo, dando bienestar al ser humano.
Pero este cambio es momentáneo y solo perdurará mientras la dosis del medicamento perdure en el organismo enfermo. Pero el disturbio que ha dado origen a los síntomas no ha sido resuelto y esa es la clave a resolver. Lo que la homeopatía consigue.
Visita médica Homeopática
El médico homeópata trabaja igual que cualquier otro profesional de la salud, realizando una historia clínica exhaustiva, revisando al paciente, pidiendo estudios complementarios y, si es necesario, derivándolo al especialista. El médico homeópata analizará hasta los más pequeños síntomas o antecedentes, los valorará y luego prescribirá, por la Ley de la similitud, medicamentos extraídos de la naturaleza, totalmente libres de toxicidad y dirigidos al ser humano de una manera holística. Es en este punto donde mostrará la diferencia con la medicina tradicional.
Diferencias entre la homeopatía y la homotoxicología
La homotoxicología interpreta la enfermedad como la lucha de defensa del organismo contra las toxinas (homotoxinas). Según el autor de este sistema terapéutico, el médico y homeópata Dr. Hans Heinrich Reckeweg (1905-1985), numerosas enfermedades se originan cuando tiene lugar un aumento de la sobrecarga homotóxica en el entramado del tejido conjuntivo (matriz extracelular).
La matriz extracelular “obstruida” obstaculiza primero el transporte de nutrientes desde los capilares sanguíneos hasta las células, que necesitan ser nutridas. Se produce entonces un trastorno del equilibrio dinámico del organismo y se dificultan los procesos biológicos más importantes. Los trastornos se traducen finalmente como enfermedad.
Son el intento de restablecer el equilibrio biológico del organismo.
La homotoxicología, para Reckeweg, es el “camino regio” terapéutico para el restablecimiento del equilibrio. Para ello, desarrolló medicamentos homeopáticos compuestos (medicamentos Heel), a los que dio el nombre de medicamentos homeopáticos "antihomotóxicos".
Estos fármacos eliminan las homotoxinas y, de esa manera, favorecen la curación.
Actualmente, la moderna investigación de la matriz extracelular ha ratificado en los puntos más importantes la tesis de Reckeweg. Estudios realizados con medicamentos antihomotóxicos confirman, con resultados casi revolucionarios, la veracidad de este principio terapéutico en su conjunto.
Homeopatía de 2ª generación
Se trata de la utilización de medicamentos homeopáticos compuestos, que en principio no siguen una orientación naturista de la medicina. Se pueden utilizar los medicamentos homeopáticos antihomotóxicos conforme a sus indicaciones (lo mismo que en la medicina clásica) y evitar de este modo la vía de la repertorización.
La buena tolerabilidad de los medicamentos homeopáticos permanece inalterable. Ambos aspectos contribuyeron a situar la homotoxicología entre la medicina clásica y la homeopatía. Los resultados de los más recientes estudios científicos llevados a cabo con estos fármacos permiten acuñar el sinónimo de “homeopatía de 2ª generación” para la homotoxicología.
Pero esta forma sigue estando lejos de la homeopatía de Samuel Hahnemann.
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