Existen dos maneras de sembrar en la huerta
Siembra Directa:
Cuando el tamaño y la resistencia de las semillas lo permite. como en el caso delas habas, el maiz, la calabaza, la acelga, la remolacha,etc., podemos sembrar directamente en los canteros.
Siembra en Almácigos:
Cuando las semillas son pequeñas y frágiles es conveniente plantarlas en almácigos.
Los álmacigos pueden construirse con cajones de frutas, latas, etc. y ofrecen una serie de ventajas:
1) La siembra puede adelantarse pues los cultivos se pueden proteger de los rigores climáticos.
2) Si existe riesgo de heladas tardías, lluvias excesivas o vientos fuertes, los almácigos pueden ser cubiertos con nylon o vidrio para evitar daños en los plantines. Por oto
lado, en caso de que se den calores excesivos, puede cubrírselos con carton o una tela blanca.
3) Los almácigos, dado su tamano relativamente reducido, pueden ser trasladados buscando la ubicación mas conveniente.
Una opción a los almácigos es la de utilizar vasos
plásticos en cada uno de los cuales se siembra una única semilla. Estos suelen usarse para sembrar pepinos, tomates, melones, etc. y ofrecen la ventaja de facilitar el transplante, evitando el daño a las raices de los plantines.
Los almácigos se preparan cubriendo el piso con una fina capa de paja cubierta por otra gruesa de tierra fértil y finalmente una última capa de tierra fina mezclada con compost.
Luego de esto se trazan surcos de unos 3 cm de profundidad donde se ubicaran las semillas que despues se cubriran con tierra y se regaran con lluvia fina. La separación entre surcos debe ser de unos 10 cm, igual que la separación entre semillas en el surco.
Cuando los plantines tienen 4 o 5 hojas o cuando los tallos superan el medio cm de grosor, estan en condiciones de ser transplantados. El transplante debe realizarse con sumo cuidado para no dañar las raíces.
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