- Las víctimas provienen de familias de bajos recursos: Cualquier persona, de cualquier estrato social puede ser víctima de abuso. Pueden ser personas de buena o mala educación, profesionales o trabajadores comunes. El abuso no diferencia entre raza, religión o poder adquisitivo.
- Las víctimas permanecen en relaciones abusivas porque les gusta: Eso no es así, a nadie le gusta ser golpeado o maltratado. Muchos son condicionados para aceptar las golpizas o los malos tratos, por el simple hecho de que fueron culpadas por sus abusadores y aceptan al abuso como algo habitual en las relaciones. Muchas mujeres no terminan con esas relaciones debido a que piensan que su pareja no puede vivir sin ellas o que sus hijos necesitan de un padre. Temen que el cónyuge tenga una crisis nerviosa, se suicide o pierda su trabajo. Otro factor es el temor a la represalia y a ser muertas.
- Creer que las cosas van a mejorar: Lamentablemente eso nunca ocurre, a menos que el abusador busque y acepte la ayuda. Tener un hijo, complacer al abusador haciendo cambios adecuados y el poner más esmero o paciencia, no mejorará la situación.
- La violencia ocurre generalmente entre personas extrañas: El mayor riesgo de ataque o abuso proviene de una pareja o de la propia familia.
- El abuso no es un problema importante: Es uno de los principales problemas de salud hoy en día. No se le debe restar importancia a esta situación. Nos puede afectar en todos los ámbitos, ya sea mental, físico y emocional.
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