Si tenemos en cuenta que pasamos gran parte de nuestra jornada en el trabajo, de nosotros depende hacer de este tiempo algo positivo o una pesadilla. Algunas personas tienen el privilegio de ganarse la vida con algo que las apasiona, pero la realidad es que la gran mayoría realiza tareas que con el tiempo se convierten en rutina. Ya sea que se trabaje en relación de dependencia, por cuenta propia o se dirija una empresa, cada uno tiene que encontrar la forma de hacer que el tiempo ocupado en el trabajo tenga un sentido y si no se lo encuentra, hay que planificar un cambio a la brevedad posible.
En términos generales, alguien que trabaja en relación de dependencia a espera:
• Que su trabajo tenga sentido.
• Formar parte de un grupo que actúe como elemento de apoyo e integración.
• Confiar en el líder.
• Posibilidad de crecimiento y de acceder a niveles jerárquicos.
• Trabajar con libertad, controlando sus métodos y pautas laborales.
• Un ambiente físico-laboral adecuado
• Un salario que le permita satisfacer sus necesidades primarias y secundarias.
• Pertenecer a una organización prestigiosa.
• Conocer a fondo cual es su función en la empresa y qué es lo que se espera de ella.
• Tener responsabilidades y poder de decisión.
• Espera coherencia entre ‘lo que dice’ y ‘lo que hace’ la organización.
• Confiar en los directivos de la misma.
• Reconocimiento por parte de la empresa y sus superiores.
A su vez, la empresa puede esperar de sus empleados:
• Puntualidad.
• Cuidado del aseo personal y de su ambiente laboral físico.
• La lealtad hacia la organización.
• Responsabilidad para asumir cargos de confianza.
• Honradez personal.
• Valoración del trabajo en equipo.
• Creatividad.
• Respeto a los valores organizacionales y que exista congruencia de los valores organizacionales con los grupales.
• Ahorro de recursos.
• Disciplina y respeto al principio de autoridad en el grupo.
Como vivimos en un mundo real y no ideal, algunos de estas expectativas se cumplirán y otras no, siempre hay que negociar y convivir pero cada uno tiene la decisión final al evaluar su situación laboral. Todo es cuestión de ACTITUD, y la peor opción es la QUEJA, porque es estéril y no sirve para avanzar. A continuación les propongo un breve ejercicio para evaluar la situación laboral presente y buscar alternativas, en caso necesario.
Haga una lista de sus propias necesidades dentro de su lugar de trabajo
¿Se cumplen todas?
¿Que podría hacer al respecto?
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