Cuando llega el momento de decidir el futuro laboral, es tiempo de preguntarse si se es emprendedora o empleada. Ya sea que se trate de una persona que se esta iniciando en el mundo laboral como alguien que quiere dar un giro a su vida profesional, es muy importante determinar con claridad hacia donde se inclinan sus condiciones personales a la hora de planificar el futuro laboral. Hoy es muy valorada la persona emprendedora, que tiene determinadas destrezas sociales y de carácter que la impulsan a la independencia. Por doquier hay libros, publicaciones y artículos que las describen. Sin embargo, no es esta una condición obligatoria para tener una vida profesional exitosa y satisfactoria. Es perfectamente legitimo preferir la protección (relativa) que puede otorgar un empleo y buscar el crecimiento y desarrollo profesional en una empresa, propiedad –precisamente- de un emprendedor/a.
Lo importante es tener las cosas claras y dirigirse hacia donde van las aptitudes personales. También hay emprendedoras por necesidad y no por vocación, cuando por situaciones puntuales -como lo seria por ejemplo al perder el empleo y no encontrar otro por cuestiones de edad- , que pueden adquirir capacidades que no tenían en forma “natural” aplicando voluntad y esfuerzo, ya que la característica de ser emprendedora es algo que se estimula, se enseña y se aprende. Lair Ribeiro dice que hay quien nace dotado con esa aptitud, pero no todos los emprendedores lo son de nacimiento.
Características de la emprendedora
Una empresaria es responsable de si misma y de otras personas, tiene una gran carga en sus espaldas, por lo que antes de decidirse a encarar un proyecto laboral independiente, hay que tener en claro tanto el precio que se habrá de pagar como la recompensa que se va a obtener.
• La emprendedora debe tener la capacidad de tomar iniciativas y administrarlas.
• Disponer de mucha energía y estar dispuesta a trabajar gran cantidad de horas.
• Confiar plenamente en su capacidad y en su potencial.
• Aceptar los riesgos sin temeridad.
• Poder sobrellevar el eventual fracaso con integridad y sin darse por vencida.
• Asumir la responsabilidad total por sus decisiones
• Controlar todas las situaciones que rodean sus proyectos.
• Ser trabajadora, perseverante y auto-motivada.
• Ser optimista y tener visión, sin perder de vista la realidad.
• Estar un paso delante de los demás.
• Saber delegar y tener un excelente trato interpersonal
Ser empresaria es más de que ser dueña de una empresa. Ser dueña significa que ud. sola o con un socio tienen el capital de la empresa: dinero, local, máquina, muebles. Pero para conseguir alcanzar los objetivos de una empresa que son producir y obtener ganancias, tener el capital sólo no es suficiente. Es necesario unirlo al trabajo, a la capacidad y al esfuerzo de las personas obteniendo su cooperación y armonizando capital y trabajo. Ser empresaria es por lo tanto, administrar el emprendimiento, organizando y gerenciando los recursos humanos, financieros y de producción, para alcanzar los resultados pretendidos.
En la micro y pequeña empresa la emprendedora es administradora y gerente. Hace que las cosas ocurran y consigue resultados, transformando ideas nuevas e innovadoras en negocios reales. Cuida de la planificación identificando necesidades y riesgos, prioridades y oportunidades. Conoce y comprende las necesidades de sus clientes, creando y adaptando los productos para satisfacerlos. Busca la calidad total en el producto o servicio que vende teniendo como meta la satisfacción total del consumidor.
La empresaria es trabajadora de tiempo completo, ella es su negocio y su propia marca.
Conteste el breve cuestionario siguiente para identificar sus condiciones de emprendedora o empleada.
• ¿Le molesta recibir órdenes de otro en su trabajo?
• ¿Se atreve a correr riesgos?
• ¿Tiene alguna idea original o proyecto vital que la motorice?
• ¿Qué valor le da a la seguridad laboral?
• ¿Cree que es la única que hace bien las cosas?
|