Muchos tienen la tendencia de dejarle todo al Señor, pero tenemos que ser responsables en cuanto a las cosas que Dios demanda de nosotros, y cuando no estamos pendiente de lo que Dios demanda de nosotros, terminamos dejándole a Dios la parte de el, y la parte de nosotros.

Cuando no asumimos nuestras responsabilidades delante de Dios, simplemente no crecemos, porque le dejamos al azar, a las circunstancias, a los imprevistos, y a las situaciones que aparezcan todo lo concerniente a nuestra función, a la que hemos sido llamado.
Hay personas que quieren pedir, espíritu de amor, de perdón, y muchas cosas, que la Biblia no nos habla que sean espíritu, sino que son frutos del espíritu, Dios nos ayuda y nos enseña a perdonar, a amar, y a muchas cosas que son de acuerdo a sus mandatos, pero demanda de nosotros asumamos nuestra parte. Cuando no entendemos esto, podemos tener 1000 años en una religión, pero nadie ha visto el cambio de nosotros, seguimos siendo los mismos iracundos, o depresivos, o estamos siempre con conductas realmente no dignas de un creyente.
La Biblia, da muchas ordenanzas, que implica un mandato para cada uno de nosotros, y podemos ver en expresiones tales como;
-         Vete y no peques mas,
-         El que robaba no robe mas,
-          Si tu ojo te es tropiezo córtalo, (en forma figurada por su puesto),
-          Tome su cruz y sígame,
-          Guarda tu corazón,
-          Si andamos en luz,
-          Perdona al que te ofende,
-          No maldigáis sino bendecid,
-          Pon la otra mejilla,
-          No satisfagáis los deseos de la carne,
-          Sobrellevad los unos las cargas de los otros,
-          Guardad mis mandamientos,
-          Escoge entre el bien y el mal,
-          No pagues mal por mal,
-          Orad y velad para que no entren en tentación,
-          Que os comportéis como es digno,
-          Nada hagáis por contienda o vanagloria,
-          Humillaos bajo la poderosa mano de Dios,
-          Procurad hacer firme vuestra vocación,
-          Procura presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse.
-          Honra a Dios, tus padres, tus pastores....
-          Esfuérzate y se valiente
-          Sed benignos , misericordioso....
-          Considerémonos unos a otros,
-          El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama,
-          Amaras al Señor con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente,
-          El que es de Dios, la palabra de Dios oye
-          Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le haya
-          El que me ama, mi palabra guardara
-          El que permanece en mi
Cada una de estas expresiones implican que hay algo que debemos hacer nosotros, ninguna revelan lo que Dios hará por nosotros, sino lo que Dios demanda de nosotros.
Dios dice que nos va a juzgar a todos, y precisamente lo que va a juzgar es nuestra alma, la cual tiene una voluntad para escoger, seleccionar entre lo bueno y lo malo, Dios no nos va a juzgar por lo que El hizo o no en nosotros, el nos va a juzgar por nuestras decisiones por lo que le permitimos hacer en nuestras vidas, tu voluntad debe ser sometida ante la palabra de Dios.

Dios nos ha dado libre albedrío para escoger cuales son nuestras decisiones, la Biblia nos dice; "Dios no puede ser burlado todo lo que el hombre sembrare esto también cosechara".