A Dios, no le agradaba esa actitud, Dios nos creo a todos, y nos ama a todos por igual, no importa como seamos, para Dios no hay raza, ni aspecto físico, ni contextura, ni tamaño especial, para el todos los seres humanos valen por igual, y a el le duele cuando criticamos a otros.

Hoy día, he estado analizando algunas experiencias personales, y las de otras personas que me rodean y me doy cuenta de que hay tres formas muy destacadas, de que como nos afecta a menudo las criticas, en el entorno donde nos desenvolvemos, y quisiera compartirlas con ustedes:
1.- Desaliento en el corazón, de la persona que es criticada: Hay muchas personas, que se han desalentado, que han vivido sometida a complejos, miedos, nervios, traumas o cualquier otra afección parecida, luego de haber sido sometida a algún tipo de critica, bien sea por su aspecto, manera de hablar o caminar, por su manera de vestir, o tomar decisiones, por cualquier motivo podemos ser culpables de desalentar el corazón de alguien, y afligirlo, y hasta hacerlo abandonar sus tareas.

2.- Una Adición, por la Critica y el chisme de lo que otros hacen y se puede contaminar el ambiente con esa adicción: Muchas veces, hay personas que no son criticonas, pero todo comienza un día, hacen una critica de algo o alguien, y esta persona, participa, fue tan emocionante las cosas que hablaron, que de repente, sale el tema otra vez, y cuando se viene a ver se hace el tema mas popular del grupo, y luego comienzan nuevos chismes, criticas, y cuando se viene a ver hay un fuerte ambiente de murmuración y critica en el lugar.
Sin embargo, en cualquier ambiente, pueden haber gente que no son criticonas, sino solamente cuando están en ese grupo critican, por la influencia que ejerce el grupo, pero en otras áreas de la vida no critican, pero hay personas, que están sumamente habituadas a criticar todo, en todo lugar, y a donde vayan ellos son los que prenden el ambiente de critica, y a ellos, ya se les ha vuelto una adicción, no pueden estar en un lugar si no pueden criticar.
Podría decirse, que hay críticos activos, que no pueden resistirse jamás a criticar, y críticos pasivos, que solo se vuelven criticones, cuando el ambiente crea el momento propicio.
Un ejemplo de esto lo vemos en la sagradas escrituras, cuando Moisés salió con el pueblo de Egipto, habia una familia que era básicamente a que se le oponía casi todo el tiempo a Moisés, y lo criticaban a cada instante, y casi lo desalentaban, y hasta llegaron a contaminar al pueblo, y el pueblo llego a ser casi insoportable, porque era mucha la presión de la critica que ejercían contra Moisés, y hasta los hermanos de Moisés cayeron en lo mismo, se dejaron llevar por el ambiente, y la hermana de Moisés por castigo, por sus criticas, le dio lepra.
Siempre recuerdo un versículo que leí hace muchos años que me impacto, y yo lo atesore, la Biblia dice, "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni en silla de escarnecedores se ha sentado" y yo cuando recuerdo esa casa y esas sillas donde se sientan a pasar horas criticando y murmurando, me acuerdo de ese texto, en sillas de escarnecedores se han sentado, Dios me libre de caer en ese juego.
3.- El que juzga, asimismo se condena con lo que juzgo o criticó: Muchas veces nos pasan cosas en la vida y no entendemos porque, y resulta, que luego al pasar de los años nos recordamos, de que muchas veces criticamos algo, y ahora nos vemos que caímos en lo mismo, y muchas veces hemos sido victimas de nuestras propias criticas.
Puedo poner ejemplos:
-Conozco de mujeres que criticaban con desprecio a los Negros, cuando eran jóvenes, y después a los años, se casan con un hombre súper negro, y en otros casos, si tienen hijas hembras, todas sus hijas buscan hombres negros.
-Conozco de mujeres que les gusta llamarle zorras, y cosas así a cualquier mujer, y critican a todas las mujeres y resulta que cuando tienen hijas hembras han terminado metiendo la pata.

-Conozco de gente que se burlaron de homosexuales, y de repente al pasar de los años tuvieron hijos, o primos, o hermanos, y creciendo resultaron homosexuales, o en el peor de los casos, cuando crecieron ellos resultaron serlo.