IRIS CLARO (AZUL). LINFÁTICO. Éste tipo de iris indica predisposición a enfermedades linfáticas: vegetaciones adenoidales, pólipos nasales, amigdalitis, inflamación de ganglios linfáticos, cuello e intestinos, problemas respiratorios, acumulación de ácido úrico y reumatismo afectando a corazón y riñones.

IRIS OBSCURO (CAFÉ). HEMATÓGENO. Tiene predisposición a enfermedades de la sangre: linfopenia, leucopenia, problemas hepato biliares, várices, circulatorios (hipertensión, hiperlipidemia), gota y diabetes.

IRIS MIXTO (VERDE O GRIS). Tendencia a problemas linfáticos y hemáticos, de la vesícula biliar y digestivos.

Las constituciones iridológicas no dan datos diagnósticos precisos. Solo dan idea general de predisposiciones patógenas. Una coloración café en un iris hematógeno es normal (fisiológica). En cambio, el color café en un iris linfático es signo de enfermedad. La coloración azulada en un iris hematógeno es patológica, lo cual no sucede con el linfático, en el cual es normal ésta coloración. La coloración verde en un iris mixto es normal, pero es patológica en el iris de constitución linfática.

Cada una de las constituciones mencionadas, se ha subdividido de la siguiente manera:

IRIS LINFÁTICO:

PURO. Banda del sistema nervioso clara y definida.

HIDROGENOIDE. Formaciones difusas blancas en zona ciliar.

CONECTIVO HIPOSTÉNICO. Igual al puro, con lasitud de fibras y lagunas.

NEURÓGENO. Igual al puro, con fibras en zigzag. Anillos nerviosos, sensibilidad.

IRIS HEMATÓGENO: presenta la misma división que el linfático, solo que es más difícil su observación. Hay más predisposición a enfermedades cardio circulatorias agudas.

La constitución hematógena muestra predisposición a problemas reumáticos con repercusiones a corazón y riñones. Por otra vía, predisposición a enfermedades cardiovasculares crónicas.

IRIS MIXTO: Es de polaridad hepática. Conduce a cólera con facilidad. Tiene coraje para sostenerse en situaciones difíciles.

Cada tipología constitucional indica una herencia positiva y negativa. Una constitución teórica débil puede desarrollar cualidades físicas y mentales y superar inclusive a una constitución fuerte, ya que los individuos con ésta última constitución suelen confiarse y descuidar sus hábitos higiénicos físicos y mentales, agotando la reserva genética y llegando a patologías crónicas y degenerativas.