Cuando la curación es efectiva, a fondo, se está aplicando la ley de Hering.
“TODA CURACIÓN SE INICIA DE ADENTRO HACIA AFUERA, DE LA CABEZA HACIA ABAJO Y LOS SINTOMAS REAPARECEN EN ORDEN INVERSO”.
Esto indica que cuando un paciente es sometido a un tratamiento biológico integral, puede haber una agravación aparente, pasando por los estadios precedentes a la enfermedad actual. En el iris será visible éste estado de regresión mediante los signos de curación que más adelante se describen. De ésta forma, es posible que un paciente que padeció en su infancia un resfriado que no se atendió adecuadamente, a los 11 años presente trastornos bronquiales, a los 28 años, fiebre del heno o neumonía, a los 36 años asma o reumatismo y posteriormente, alguna enfermedad degenerativa como cáncer, artritis o gangrena. (Las edades son ficticias. Estas pueden variar, así como la manifestación de la enfermedad). Todos estos pasos en la agravación de una enfermedad que aparentemente no tiene relación en sus diferentes manifestaciones, van a surgir nuevamente haciendo presentar síntomas que pueden hacer creer que la enfermedad que se está tratando al fin con medios naturales se está agravando y que el tratamiento es inadecuado. Es muy importante prevenir al paciente para que no se alarme al presentarse ésta “película” en reversa. Los síntomas se presentarán por corto tiempo y no con la misma intensidad que en la enfermedad original.
De acuerdo a la teoría de curación de Hering, los síntomas deben desaparecer de arriba hacia abajo, de dentro hacia fuera y en el orden inverso de su aparición.
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