La condición aguda es la primera señal de alarma del cuerpo. Se manifiesta por dolor sensibilidad e inflamación. En el iris se refleja mediante la elevación blanquecina de las fibras en la zona correspondiente a l órgano afectado.
Éste estado se puede presentar en áreas del iris con tejido sano o con debilidad hereditaria. En caso de no atenderse adecuadamente, se tornará gris, lo cual indica que el tejido ha descendido, mostrando un estado su agudo, en el cual habrá manifestaciones esporádicas de dolor, sensibilidad, inflamaciones o supuraciones. Nuevamente, al aplicarse un tratamiento inadecuado, se reflejará en el iris mediante un nuevo descenso del tejido, lo cual dará la apariencia de un hoyo negro e indicará una condición crónica. El color aparente negro oscuro, indicará una condición degenerativa. El tejido del órgano reflejado estará en un estado de necrosis. Esto de ninguna manera indica que se trata de un enfermo desahuciado. Si la vitalidad existe todavía y se aplica el tratamiento adecuado, puede darse marcha atrás.
Este esquema ilustra las cuatro capas de pigmento del iris. Nótense las líneas dibujadas alrededor de la pupila para indicarlas. La capa más negra indica el nivel de pigmento más bajo, y es el signo de la degeneración. La capa blanca, que representa el signo agudo de eliminación activa, se encuentra más cerca del iridólogo que observa. Entre éstas dos se encuentran las capas su agudas y crónicas.
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