Para hacer este ejercicio de jelqing, debes estar sentado. El pene se sujeta justo debajo de la cabeza con una mano, usando la otra de apoyo alrededor de la primera.
En esta posición, empuja con suavidad el pene hacia delante mientras te reclinas ligeramente hacia atrás, generando un estiramiento en dos direcciones. Detente y mantén la posición cuando sientas que has alcanzado un buen estiramiento, pero antes de experimentar cualquier clase de dolor. Recuerda: ningún ejercicio de jelqing debe producir dolor. Mantén la posición de estiramiento durante, al menos, 10 segundos. Realiza este ejercicio un máximo de 2 veces a la semana.
Comienza de pie, con el pene semi erecto apuntando hacia el suelo. Sujeta el miembro con la empuñadura estándar justo antes de la cabeza y empuja hacia el suelo. Las piernas deben estar separadas por una distancia similar al ancho de los hombros.
Luego, imitando el movimiento del péndulo de un reloj antiguo, mueve el pene de un lado hacia otro mientras mantienes la tensión hacia el piso. Toca cada pierna una vez para completar el movimiento. Efectúa al menos 75 – 100 repeticiones, hasta tres veces por semana.
Éste es otro ejercicio de estiramiento. Para este ejercicio, debes estar sentado en una posición reclinada (descansando sobre tus brazos), o de espaldas. El pene debe estar semi-erecto.
Sujeta el pene con la empuñadura básica invertida (el pulgar hacia abajo), justo por debajo de la cabeza del pene, y apúntalo hacia la punta de tus pies. A continuación, levanta las piernas muy lentamente, dejando espacio para tu brazo en medio —que estará sosteniendo el pene—, hasta que las rodillas lleguen al pecho.
Mantén una ligera presión sobre el pene hacia tus pies. Deberías sentir un estiramiento a medida que las piernas se levantan, pero recuerda que en ningún momento deberás sentir dolor. En un principio, efectúa 10 repeticiones dos veces a la semana de este ejercicio. Uno o dos meses después, sube a 20 – 25 repeticiones, dos veces a la semana.
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