Una dieta alta en leche y sus derivados puede reducir considerablemente el riesgo de la perdida de la masa ósea por el ciclo de la vida, especialmente en las mujeres que ya han llegado a los tiempos de la menopausia.
La leche y sus derivados proporcionan nutriente que son muy importantes para la salud, además de vitaminas y minerales y que mantienen en buena forma el funcionamiento del organismo.
Estos nutrientes importantes incluyen entre otros el calcio, el potasio y la vitamina D, además de muchas proteínas que son alimentos plásticos, es decir ayudan en la formación de los huesos y los músculos, así como la suavidad de la piel.
La leche debe incluirse (si no se tiene ningún inconveniente como alergia a la lactosa) al igual que los productos que se derivan de ella como la mantequilla y el yogur, dentro de la dieta diaria desde la niñez hasta la ancianidad, pasando por los años de la adolescencia cuando la masa de huesos esta en pleno crecimiento, es decir cuando nuestros niños dan el estirón.
Son estos productos lácteos tan fáciles de incluir dentro de nuestra dieta en recetas deliciosa, o simplemente comiéndoos solos; un buen vaso de leche, y una trozo de queso con una rebanada de pan con mantequilla se convierte en una merienda deliciosa y además saludable y nutritiva.
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