La mantequilla ya era obtenida hace 4.000 años por los judíos, de la leche de oveja, yegua o cabra, y que posteriormente fue consumida por los griegos y romanos como ungüento.
Se presume que su origen viene desde el mismo momento en que el hombre se asienta y comienza la cría de animales, usada por largo tiempo como grasa para cocinar y para untar el pan, ahora ha adquirido nuevas dimensiones dentro de la cocina. Tradicionalmente solo se hacia la mantequilla casera, dentro de las de las granjas lecheras, pero con la industrialización apareció la máquina separadora de crema hacia fines del s. XIX, y se empezó a producir industrialmente.
Es un alimento que contiene alrededor de 715 calorías por cada 100 gramos lo que lo hace altamente energético. Tiene un alto contenido de grasas lácteas (80–85%) y bajo de proteínas. A veces se le adiciona colorante para realzar su color amarillo natural que proviene del caroteno que contiene, otras veces se comercializa como mantequilla blanca y por lo general se le agrega sal, aunque actualmente se consigue el mercado la mantequilla sin sal y esta es mas usada dentro de la repostería, especialmente para las cremas con las cuales cubrimos tortas o biscochos.
Mantequilla es el diminutivo de manteca, es una pasta blanda y suave de manteca de vaca, obtenida de la leche de vaca o de su crema por agitación o batimiento o mediante máquinas especiales. En Venezuela le decimos mantequilla, en los países mas al sur de América, como Argentina y Chile, la llaman manteca.
La mantequilla es la grasa de la leche de los mamíferos, separada y debidamente tratada. Se endurece con el frio, pero su consistencia es semiblanda a temperatura ambiente, y se funde en contacto con la lengua, y sobre los alimentos calientes como las clásicas tostadas de pan. Forma parte del desayuno, y la ofrecen todos los menús en los hoteles mas importantes.
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