“Cada Niño que nace trae un mensaje para la humanidad.
Quizás sean algunas palabras o una obra de arte...
A lo mejor construye algo o compone una canción...
O tal vez nos ayude a entender por que estamos aquí”
Las canciones de cuna no sólo sirven para mecer, sino que también curan. La musicoterapeuta Jayne Standley ha contado en Barcelona que pueden ayudar a los bebés prematuros a mejorar la succión del alimento o potenciar su desarrollo neurológico, y ahora planea probar su eficacia para liberarlos de los respiradores artificiales.
La musicoterapia o curación a través de la música pacifica a los recién nacidos potencia su desarrollo neurológico y estabiliza sus respuestas fisiológicas.
Además, puede ser de una gran ayuda para los bebés prematuros. Su cerebro no está suficientemente desarrollado, por lo que carecen del reflejo necesario para succionar y es preciso intubarlos para alimentarlos.
Para que adquieran ese reflejo, la musicoterapeuta Jayne Standley, profesora de música en la Florida State University y editora del Journal of Music Therapy, ha creado un chip de ordenador que activa la música cuando el niño chupa el biberón y actúa como un refuerzo para que siga succionando el alimento.
En los próximos meses impulsará otro estudio piloto para determinar la eficacia de la musicoterapia en 10 prematuros de 26 ó 27 semanas, con grupo control, para ayudarles a respirar sin el respirador artificial. Algunos no lo resisten y lo precisan varias veces hasta su retirada definitiva.
Respirar al compás
El objetivo es lograr 60 respiraciones por minuto, mediante 60 bits de música por minuto. Standley piensa que es posible porque "las personas responden fisiológicamente a la música y sincronizan de forma inconsciente sus signos vitales".
Esta profesional se ha especializado en estudiar los efectos de la musicoterapia en bebés prematuros, a los que pone canciones de cuna, a la par que les aplica masajes. Con el aval de una década de investigaciones en este campo, ha visitado a Barcelona para impartir clases en el Master de Musicoterapia de la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna, de la Universidad Ramón Llull.
Este programa de formación nació hace dos años y está coordinado por la musicoterapeuta Melissa Mercadal-Brotons. Supone la salida de 35 nuevos musicoterapeutas por año en el contexto español, donde su presencia escasea, a diferencia de Estados Unidos, que cuenta con unos 5.000.
Mercadal-Brotons opina que "la falta de investigaciones ha podido hacer más difícil que la profesión médica tome la musicoterapia en consideración", cuando existen diversos trabajos que avalan su eficacia terapéutica. Se sabe, por ejemplo, que es más efectiva en niñas que en niños, debido a su mejor capacidad auditiva. Y también que puede ayudar a las mujeres embarazadas.
Standley explica que en Estados Unidos, los hospitales ofrecen folletos acerca de esta práctica para que las mujeres comiencen a entrenarse a partir del octavo mes de gestación. La sesión se articula conforme a sus preferencias, de modo que en las salas de partos han sonado desde la música clásica a canciones populares e, incluso, el rap.
Al dirigir su atención a un estímulo externo como la música, las mujeres sufren menos dolor durante el alumbramiento y este proceso puede completarse en unas dos horas más o menos.
- Universidad Ramón Llull
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