“ La Música es un Instrumento más potente que ningún otro para la educación”
Platón
La musicoterapia la consideramos como la terapia basada en la producción y audición de música, escogida ésta por sus resonancias afectivas, por las posibilidades que da al individuo de expresarse en el ámbito individual y de grupo, y reaccionar a la vez según su sensibilidad, y también al unísono con los otros.
Se utiliza con éxito en numerosas instituciones especializadas en la reeducación de niños inadaptados y de Educación Especial, por sus efectos positivos, produciendo relajamiento o acción, según los casos, y creando una atmósfera de alegría y confianza.
La música enriquece la vida, y por este motivo es necesario que rodee al niño disminuido un ambiente musical rico y controlado en estímulos, puesto que esta experiencia sensorial es lo que le va a proporcionar un desarrollo emocional, psicofisiológico y social equilibrado.
La mayoría de estos niños requieren mayor cantidad y diversidad de estímulos que los niños normales.
En musicoterapia no sólo se utiliza la música, sino que también el sonido, en su vertiente más variada de actividades relacionadas con la producción de sonidos: discriminación, asociación, realización de juegos sonoros, descripción sonora de instrumentos, voces, naturaleza, cuerpo humano, representación gráfica a través del color, instrumentos electrónicos, representación corporal...
El movimiento también es un elemento imprescindible, puesto que la música es movimiento. Siendo una de las artes dinámicas, es inevitable que el movimiento sea el protagonista. La necesidad que siente el niño de expresarse, de moverse constantemente, puede y debe aprovecharse para abrir canales de comunicación que den lugar a un proceso de entrenamiento y de recuperación, llegando así a un desarrollo físico, emocional y metal equilibrado e integrado.
Edgar Wilems nos habla de la musicoterapia relacionándola con los tres elementos fundamentales de la música, que son paralelos a la vida humana:
VIDA HUMANA MÚSICA
Vida afectiva: Vida fisiológica...................Sonido: Vida rítmica.
Vida afectiva: Emoción............................Sonido: Vida melódica.
Vida mental: Conocimiento.......................Arte: Vida armónica.
En Musicoterapia podríamos también relacionar las diferentes técnicas y clasificación de actividades según la predominancia de uno u otro componente.
RITMO MELODÍA ARMONÍA
Vida fisiológica Vida afectiva Vida mental
Acción Sensibilidad Conocimiento
Ritmoterapia Meloterapia Armonoterapia
La Musicoterapia se emplea de tres maneras:
- Activa: el niño juega, canta, manipula instrumentos u otros objetos.
- Receptiva: el niño escucha.
- Receptivo-activa Interdisciplinario: como apoyo a otras actividades: dibujo, expresión corporal, modelado, tejido, cosido, etc.
La dificultad de incluir la música como terapia en la Educación Especial, tiene una serie de connotaciones:
- La falta de preparación musical de los profesores, así como la inexistencia de musicoterapeutas como especialidad profesional.
- La dificultad que entraña la singularidad de la música respecto a otras disciplinas. El oído sigue un camino de interiorización, la música se relaciona más que otras disciplinas con la vida interior. A esto añadimos que tiene un lenguaje con un código propio, diferente, en el que es necesario estar iniciado para poder descifrar los símbolos y grafía musicales, que aún dificulta más su comprensión a escala interpretativa y de expresión.
Las actividades llevadas a cabo con niños de Educación Especial, no sólo tendrán como objetivo la recuperación, sino también el reforzamiento de la autoestima y personalidad, la socialización, integración del esquema corporal, aprendizajes correctos de lecto-escritura y conceptos fundamentales.
Las actividades musicales son muy importantes para los aprendizajes escolares de estos niños, ya que les ayudan a integrarse en el trabajo y abren canales de comunicación.
Principios de la Musicoterapia:
Para exponer los principios básicos de la Musicoterapia, seguiremos los indicados por dos autores: E. Thayer Gaston y Rolando O. Benenzon.
Thayer nos expone tres principios fundamentales para la práctica musicoterapéutica:
- "El establecimiento o restablecimiento de las relaciones interpersonales". Se refiere a la propiedad que posee la música de establecer relaciones interpersonales deseables a través de actividades grupales. El niño se siente útil e imprescindible en la dinámica grupal. Siente al grupo como algo suyo, con lo cual potenciamos la integración social a la vez que reforzamos el reconocimiento de los demás, aprendiendo a respetar y valorar, a la vez que se sienten respetados y valorados.
- "El logro de la autoestima mediante la autorrealización ". Entendemos por autoestima la confianza y satisfacción que se hallan en uno mismo; es el respeto y la buena opinión acerca de uno mismo. La autorrealización y autosatisfacción que siente un niño al conseguir una meta propuesta como puede ser cantar, tocar un instrumento, realizar una danza correctamente sin tener que comparar o competir, es una de las metas que todo musicoterapeuta o profesor de Educación Especial debe perseguir.
- "El empleo del poder singular del ritmo para dotar de energía y organizar". El ritmo es orden, ya que ordena los sonidos en el tiempo. Sin él no existe periodicidad. Vivenciado de una manera espontánea y mediante ejercicios corporales, canciones rítmicas y manejo instrumental, podemos conseguir que ese mismo orden pase a formar parte de la experiencia del niño, mejorando las deficiencias que pudiera presentar.
Rolando O. Benenzon integra los principios de la Musicoterapia en otras características:
- "Principio de ISO". ISO significa igual y resume nuestros arquetipos sonoros, nuestras vivencias sonoras intrauterinas y nuestras vivencias sonoras del nacimiento e infantiles hasta nuestros días. "Para producir un canal de comunicación entre terapeuta y paciente, debe coincidir el tiempo mental del paciente con el tiempo sonoro-musical ejecutado por el terapeuta o de la música escuchada".
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