La toma de decisiones y la capacidad de negociar exitosamente conforman un mix para el desarrollo de la empresa. En las dos instancias el objetivo es el mismo: superar una situación inicial.
Aún siendo actividades complementarias, la toma de decisiones y la negociación ocupan ámbitos diferentes en la vida de un empresario. Decidir es un ejercicio íntimo y privado. Los procesos de negociación siempre son colectivos.
En este sentido, existen negociaciones simples y complejas. Las primeras son aquellas que se realizan a diario y forman parte de la rutina. Las segundas requieren cierto grado de preparación y evaluación.
Las negociaciones complejas siempre requieren que el acercamiento sea cara a cara de las partes en distintas oportunidades.
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