Describe la Técnica de Observación de Bebés de Esther Bick y desarrolla las aportaciones de esta técnica en la comprensión del desarrollo emocional y social. Tanto en la vertiente formativa de los profesionales relacionados con el desarrollo infantil (Pediatras, educadores, psicólogos, personal de enfermería,…), como en la vertiente terapéutica. Ya sea en el sentido de ayudar al desarrollo emocional y social sano del niño, como en la intervención terapéutica propiamente dicha.
Para la descripción de las variables que afectan al desarrollo de la personalidad se han utilizado las aportaciones de: a) Dr. Thomas Verny, sobre las capacidades del feto y la influencia de los sentimientos crónicos de la madre, b) de la Dra. Alexandra Piontelli sobre el resultado de sus observaciones fetales y postnatales, y c) de los distintos autores de la teoría del Apego (Ainsworth, Bowlby, Isabella, entre otros).
La Técnica de Observación.
La técnica de Observación de Bebés esta documentada por primera vez en 1.948, incluida en un curso de aprendizaje para Psicoterapeutas de Niños. Su creadora es la psicoanalista Esther Bick, que había sido discípula de Melanie Klein, y que trabajo en la Clínica Tavistock de Londres. Después, en 1.960 fue integrada en el plan de estudios del Instituto de Psicoanálisis de Londres.
El primer escrito lo realiza Esther Bick en 1.963, que se titula: “Notas sobre la Observación de Lactantes en la enseñanza de Psicoanálisis”. La introducción en España data de 1.970 y la realiza en Cataluña: Nuria Abelló. A través de seminarios de formación de psicoterapeutas. En los que además se desarrollan y descubren aspectos teóricos, sobre la relación padres-hijo. Posteriormente desarrollarán la técnica otros terapeutas y autores como: Manual Pérez, Carmen Amoros, y el equipo terapéutico del Centro Especial de Autistas “Carrilet”.
La observación de bebés se realiza de una manera práctica, de forma “naturalista” lo que tiene mucho en común con la metodología observacional que se utiliza en la etología y la antropología. Como ocurre con la investigación etológica, en la que el comportamiento observado es fundamentalmente no verbal; el observador ha de suponer que un amplio repertorio de los patrones de comportamiento le son propios a todo ser humano y que el bebé se expresa mediante el comportamiento no-verbal. Las inferencias sobre el comportamiento observado han de ser confirmadas con posterioridad, mediante las siguientes observaciones programadas.
Esta técnica, en principio consiste en la observación de un bebé a lo largo de los primeros años de vida. Tiene una finalidad estrictamente formativa y pretende ayudar al estudiante a comprender las relaciones que se establecen entre el bebé y sus padres. Después de treinta años de experiencia con la utilización de esta técnica, a parte de la aplicación formativa Nuria Abelló desarrolló la utilización clínica de la misma, a la que denominó: Observación Psicoterapéutica. Cuya utilización está indicada en el marco de la Psicología Clínica y de la Psiquiatría Infantil.
Consiste en un estudio objetivo ante una situación real y cotidiana. Que evita todo tipo de especulación ya sea teórica o subjetiva que no se base en el material escrito. La finalidad de la observación y de su trascripción es la de recoger e informar sobre la experiencia vivida. Su ejecución consiste en “mirar” las relaciones que se establecen entre un bebé y su madre (cuidador principal) o personas que están en su ambiente, sin utilizar ningún tipo de ayuda técnica (Audio, video, etc.).
La técnica consta de cuatro momentos claramente delimitados: 1º.- El establecimiento del setting. 2º.- La observación propiamente dicha. 3º.- El registro escrito. 4º.- La supervisión. Y ha de aplicarse de acuerdo con unas normas perfectamente descritas.
Para el establecimiento del setting (encuadre): se concierta una visita en el ambiente habitual del bebé, que es casi siempre su domicilio, a la hora que el niño suele estar despierto, activo y en presencia de la madre o persona que sustituye a la madre, y otras personas allegadas que coinciden en ese momento. La duración suele ser de una hora. Una vez establecido el “setting”, se realiza la observación. Destacar un concepto, desarrollado por Nuria Abelló, considerado como el eje de la técnica: la “neutralidad benevolente”. Que consiste en una mezcla entre la empatía y la transferencia positiva; de alguna forma el observador debe transmitir una especie de “aceptación incondicional” de la situación observada. Hay que demostrar interés y respeto, pero evitando cualquier tipo de intervención que puede alterar los ritmos propios de las interrelaciones.
|