1. CONOCER
A SU
AUDIENCIA:
¿Quiénes son las personas que van a asistir?
¿Qué esperan de usted?
¿Cómo las va a tratar?
¿Cuál espera que sea su reacción?
¿Cómo hacer que respondan del modo que usted desea?
La audiencia que me imagino –o desearía- ¿es la real? ¿A cuál de las dos se está dirigiendo mi presentación? ¿a la real o a la imaginaria?
2. SIÉNTASE RELAJADO
Lo mejor es estar lo más cómodo posible. Hablar de manera breve y sencilla. Sin vueltas. Poder demostrar que usted sabe del tema y no necesita ninguna impostura.
3. VAYA DIRECTO AL PUNTO CENTRAL
No dé vueltas sobre un mismo tema. Ataque directamente el quid de la cuestión. Hágale saber a la audiencia lo que realmente necesita y no exponga todos sus conocimientos si no son necesarios.
4. TÉNGASE FE
Sus palabras deben sonar seguras, firmes. De este modo la audiencia le creerá todos sus dichos. No trate mal a la gente –aunque sea alguien molesto- y esté seguro de todos los pasos que va a dar en la presentación. No se subestime ni tome a la audiencia como un enemigo o mal predispuesta hacia usted.
Muy por el contrario, por lo general el público siempre está de parte del orador cuando comienza una presentación. Confirme esa tendencia mostrándose seguro y confiado en usted mismo, y el público perdonará con gusto cualquier pequeño error que cometa.
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