Para empezar a presentar un nuevo producto o medida a tomar lo principal es seguir una serie de pasos prácticos para que la misma no se vuelva tediosa o aburrida:

• Introducir la presentación motivando al público presente.
• Una descripción de lo que se va a hablar y del resultado que se espera obtener con ello.
• Abrir el tema para establecer un debate con el público.
• Luego del debate hacer un resumen de lo que quedó del mismo.
• Si es apropiado, dar una explicación sobre el posible resultado de la presentación.

Luego de estos pasos lo primordial es establecer sus objetivos principales, esto es:

• Hacer que el auditorio comprenda claramente lo que usted presenta.
• Conseguir una aceptación de eso.
• Poder comprometer a la gente para poner en práctica esa nueva idea.

Por eso es necesario que al hablar de un tema totalmente novedoso para los otras personas, comience describiendo detalladamente lo que va a presentar, los beneficios y resultados que se pueden obtener con eso y dar instrucciones clara sobre lo que tendría que hacer la gente para poner en práctica esa nueva idea.

De cierta forma casi todas las presentaciones lo que hacen es vender. Ya sea un producto, una idea, una medida, etc. Por eso la principal arma para estas presentaciones es la “persuasión”. Persuadir significa conseguir que la otra persona demuestre interés por lo que uno dice o expone, que acepte las condiciones que nosotros le brindamos como orador, que luego de la misma actúen basándose en lo expuesto.

A veces una presentación muy bien determinada y estructurada de antemano puede derivar en reacciones negativas de parte del auditorio. Por eso es preferible tener una idea básica de lo que se va a decir y una estructura mínima, por ejemplo:

• Introducción: Identificar el tema a tratar brevemente, y dar a conocer el interés común que este requiere.
• Luego explicar el porque es necesario acatar esas determinaciones y cuáles son las ventajas de las mismas.
• Ser sincero con lo que dice y no aseverar algo con lo que usted interiormente no se encuentre de acuerdo.
• Enumerar las acciones a tomar luego de esa presentación, para que el resultado sea óptimo.
• Poner énfasis en los aspectos positivos de la presentación.
• Por último dar un resumen de lo expuesto y exigir un acuerdo con el público.