Para la mayor parte de las personas, escribir un discurso no es algo que se cuente entre las habilidades básicas, intrínsecas. Algunos podemos tener mas facilidad que otros para hacerlo, pero en general no es algo que se pueda hacer con toda simpleza la primera vez que lo intentamos. Y es probable que tengamos que hacerlo alguna vez en nuestra vida.
Bien, como en el caso de decir el discurso, no queda más remedio que enfrentar la realidad, tomar el toro por las astas y lanzarnos de una a la escritura de nuestro discurso. Pero, para no estrellarnos y fracasar tristemente en el intento, unos cuantos consejos para hacerlo más simple y conocer las formas que debería seguir un discurso para aparecer como realista y efectivo.
Como nuestro discurso dice mucho de nosotros, querremos que nuestros discursos nos hagan quedar como inteligentes, rápidos y profesionales. En fin, debe parecer que nuestro discurso es una continuación de nuestra personalidad, y siempre querremos que nuestra personalidad aparezca lo mejor posible.
Paso 1
La audiencia es un ser vivo. Básicamente, porque esta compuesta por seres vivos. Y, como todo ser vivo, la audiencia tiene tendencia a distraerse y desaparecer, a irse, si no logramos mantenerla con nosotros durante todo el camino que es nuestro discurso.
Por lo tanto, lo primero que debemos hacer cuando comenzamos a planear lo que vamos a decir es conseguir la atención del publico, centrarla en nosotros y en el mensaje que estamos transmitiendo. Debemos crear interés en el tema del que estamos hablando, para que nuestro publico no solo oiga, sino que sienta reales ganas por escuchar lo que tenemos para decirle.
Esto lo podemos lograr por el simple procedimiento de crear un poco de misterio con una pregunta que nuestro discurso prometa contestar. O empezar haciendo un chiste o una adivinanza. En fin, algo a lo que forzosamente haya que prestarle atención y que, además, demuestre el tono que va a preponderar a lo largo de todo el discurso.
Esto quiere decir que si estamos tratando de vender un producto, lo mejor será comenzar con algo que fije claramente el nombre de lo que vendemos y tal vez algunos motivos por los que todos deberían tenerlo en sus hogares. Luego desarrollaremos, pero el comienzo ya ha predispuesto a la audiencia a escuchar sobre el producto y sus bondades y, principalmente, la ha predispuesto a prestarnos atención.
Paso 2
Una vez que hemos conseguido la atención de nuestro publico, debemos mantenerla. Y, ¿qué mejor medio para hacerlo que dándole algo que ni sabían que necesitaban? Tal vez se pregunten a que nos referimos con eso. Es muy simple: este es el momento en que debemos convencer a la audiencia de que necesitan la información que les estamos brindando.
Este es el momento en que le explicamos a nuestra audiencia como es que lo que estamos diciendo los afectara, en forma personal, a cada uno. Por supuesto, lo hacemos en forma general, ya que no podemos hablar de cada uno, pero tenemos que tratar de lograr que todas y cada una de esas personas que componen el colectivo audiencia se sienta identificado, para que no decidan privarnos de preciosa atención.
Es el momento en que desarrollamos nuestro tema de forma que los oyentes formen un mejor entendimiento de cómo la afecta. Les explicamos claramente como la información que estamos brindando afectara, cambiara y, principalmente, mejorara, sus vidas.
Es el momento en que dejamos absolutamente en claro por qué cada casa u oficina debe tener al menos uno de los productos que estamos vendiendo; o porque la causa que defendemos es la más importante que cualquier persona con un mínimo de conciencia social podría apoyar.
Paso 3
Llegamos a la tercer parte de nuestro “mapa” del discurso.
Una vez que ya hemos explicado claramente por qué lo que estamos diciendo es tan importante para quien lo oye, debemos darle a la audiencia lo que la audiencia quiere, como dice el dicho.
¿Y que es lo que la audiencia quiere? La audiencia quiere son soluciones, planes de acción, hechos, no solo palabras (esto en una forma de decir, ya que nuestro discurso es exactamente eso, palabras).
Exactamente, lo que la audiencia realmente quiere saber es que tipo de satisfacción obtendrá de escucharnos y, principalmente, de seguir los consejos que le demos. ¿Conseguirán paz interior, una conciencia tranquila? ¿Su oficina funcionara de una forma más eficiente? ¿Podrán mantener la casa mucho más limpia? ¿Cuál es su beneficio?
Como se dijo, la audiencia esta formada por individuos, y los individuos gustan de obtener beneficios.
Paso 4
Siguiendo de alguna manera con el consejo anterior, el siguiente paso es lograr que la audiencia no solo escuche el beneficio que puede obtener, sino que realmente pueda visualizarse obteniendo esos beneficios, para que se le haga prácticamente imposible decir que no.
Una interesante opción en este paso es utilizar ayuda visual (en forma de fotos, cuadros, imágenes de video o lo que se nos ocurra apropiado) para contar como será realmente el escenario si seguimos el plan de acción. Contarlo y verlo, en realidad, deben volverse una sola cosa.
Debemos mostrar como funciona nuestro producto, o las formas en que la causa que apoyamos ayudaran a mejorar una determinada situación. Y mostrémoslo. Las imágenes deben forzar a la gente a tomar el curso de acción que le estamos proponiendo.
Paso 5
Hemos llegado ahora al ultimo paso que deberemos tomar en nuestro discurso. Y este es el primer paso que involucra a la audiencia como un sujeto activo, no pasivo.
Este es el momento de la acción para quien ha estado escuchando hasta ese momento. Es el momento en que pedimos que la audiencia haga algo, se lance en un curso no-pasivo, desarrollando una actividad. Ya les hemos contado la situación. Ya les hemos hablado de los beneficios. Ya les hemos mostrado como mejorara su vida y lo que ocurrirá si nos hacen caso y toman el curso de acción que les proponemos. Bien, ahora es el momento para que realmente se pongan en movimiento.
Es cuando debemos rogarles que no olviden lo que les dijimos, que mantengan toda la información en su cabeza, que recuerden lo que han escuchado y, principalmente, que actúen en consecuencia.
Digámosle a la audiencia que hacer y como hacerlo, paso a paso si es necesario, para que nadie equivoque el camino, para que todos discurran por la senda que nos interesa que sigan. Alentémoslos a hacerlo, hasta que no quede ninguna duda de que escucharnos ahora y actuar como les decimos es lo mejor que pueden hacer.
Bien, estos elementos son los más importantes en el discurso. Si logramos seguirlos paso por paso, pronto tendremos listo un discurso potente, con un alto poder de convencimiento. Por supuesto, estos son lineamientos de lo que debería contener un discurso para poder cumplir con su función. Lineamientos que son inmensamente útiles, pero una gran parte del éxito depende de lo que digamos y de cuanta habilidad tengamos para usar estos “pasos” de la forma correcta.
|