El avance de la técnica ha favorecido que el hombre disponga de más tiempo libre. Así surge el fenómeno del aburrimiento, actualmente, el ser humano cuenta con tiempo libre que no sabe para qué utilizar exactamente.
El aburrimiento genera un sentimiento de apatía propio de la tristeza. En cambio, la actividad y la vocación produce la motivación y satisfacción propia de la alegría.
Aprovechar el tiempo en algo productivo produce bienestar interior por esta razón los expertos recomiendan utilizar los tiempos de ocio en actividades sociales que ayuden a reforzar los lazos amistosos y que favorezcan la posibilidad de hacer nuevos amigos.
El ser humano vive con una emoción continuada de falta de tiempo, sin embargo, este hecho no es real en tanto que el tiempo no es una realidad que esté en manos del ser humano, simplemente, es una emoción que produce una limitación anímica.
Se puede aprender a superar dicha limitación mediante la gestión y la planificación eficaz no del tiempo sino en el tiempo.
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