Como hemos dicho, en lo que nos enfocaremos en este momento es en una técnica que se puede denominar “yoga de la risa”, por ser una unión, de alguna forma, de las formas de terapia y trabajo propias de la yoga, junto con el poder que parece (y, como se confirma más y más con el paso del tiempo y, especialmente, de los estudios) tener la risa para prevenir y tratar diversos problemas de la salud.
Esta técnica tiene su nacimiento en un médico de Bombay, el cual, convencido del valor curativo de la risa, decidió dedicar su trabajo a desarrollar un método de trabajo que le permitiese exponer a un grupo de pacientes a estos poderes curativos, los cuales tienen, por cierto, una base totalmente científica, asociada con los efectos que el reír produce sobre el organismo, tanto a nivel físico como, no menos importante, a nivel psicológico.
Madan Kataria (tal es el nombre del médico que ha estado trabajando duramente en este área) inicio, con esto en mente, un grupo de risa-yoga. O, mejor dicho, un grupo de pensamiento libre, para reír, basado en el yoga, como sería en realidad la definición completa de lo que hacen.
Estos grupos de risa-yoga están abiertos a todas las personas que deseen obtener los beneficios de la risa. Las sesiones de risa duran aproximadamente entre quince y veinte minutos por día. En el lenguaje experto se conoce a esta técnica de yoga como Hasya Yoga.
Por supuesto, el trabajo que se hace no es tan banal como simplemente contarse chistes unos a los otros. Sería poco serio (en una ironía particularmente jocosa para este caso) que el grupo de trabajo se pareciese tanto a una reunión de compañeros de colegio, contándose chistes de suegras. En realidad, las técnicas que se utilizan en estas reuniones permiten sacarle mucho más el jugo a la risa, sin necesidad de caer en esta simpleza, la cual, por otro lado, no permite realmente el nivel de concentración necesario para el yoga, ni tampoco es la más adecuada para lograr ningún nivel de meditación.
Las sesiones
Cada sesion de Hasya Yoga comienza con el proceso habitual en el yoga de la respiración pausada, tranquila, controlada y profunda, poniéndonos en contacto con nosotros mismos y el universo. Como en todas las terapias, el relajarse es fundamental para el éxito.
Una vez que los participantes ya están respirando de forma adecuada y la relajación es tan profunda como es posible, se realiza un ejercicio de ho ho, ha ha. Y luego de esto, se comienza con los ejercicios de risa propiamente dichos.
Los ejercicios de risa son, básicamente, risas estimuladas, representando diferentes tipos de risa. Algunos ejemplos de las risas que se hacen normalmente podrían ser la risa silenciosa, la risa media, risa del león, risa de cocktail, risa en pendiente, risa oscilante, carcajada, risa de “un metro”, y muchísimos tipos más de risa. Cada una tiene, por supuesto, características distintas de la otra, y tiene un efecto diferente. Dominar todos los tipos puede tomar un poco de practica, como con cualquier ejercicio que se trate de hacer (¿no son también difíciles algunas de las posiciones del yoga más habitual?), pero tomarse el tiempo y el esfuerzo bien vale la pena.
Por supuesto, no es simplemente reírse por reírse lo que se hace en estas reuniones, ya que de ser así, difícilmente tendría sentido tomarse la molestia de ir a ellas, ya que podemos reírnos también con nuestros amigos o viendo una buena comedia. Las técnicas de trabajo van mucho más allá de reírse y nos permiten conseguir muchos más beneficios. En las reuniones de Haysa Yoga también se practican formas de conseguir una mejor manera de vivir, de forma más sensible, en grupo; se trabaja sobre formas de eliminar todo lo negativo que hay en nuestras vidas, esas emociones que, por sus características, son malas para nosotros y para nuestra salud, como ser la ira, el miedo, la tristeza, la envidia, el odio; y encontrar formas de poner estas emociones en movimiento para que sean beneficiosas para nosotros.
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