Igualmente no hay que pensar que las sesiones de yoga de la risa son un reemplazo para la risa natural, espontanea, que se da en nuestra vida cuando estamos afuera del grupo. Estos ejercicios de ninguna forma buscan lograr ese reemplazo, sino que el objetivo final más deseable seria que pudiesen aumentar cuanto nos reímos, y con que facilidad y comodidad lo hacemos.
Y cuando la terapia esta bien hecha, con seriedad (sin intentar un chiste con esto), los resultados son exactamente esos. Pronto nos daremos cuanta de que si antes nos reíamos poco y nada, una vez que comenzamos con el yoga de la risa, nos reiremos mucho más, de cosas que antes de ninguna forma hubiéramos pensado que eran graciosas.
Esto se debe principalmente a dos situaciones que aparecen, a dos tipos de ejercitación que se da. Primero, la risa, como todo movimiento en nuestro cuerpo, se da gracias a la participación de distintos grupos de músculos. Y, también como pasa con cualquier otra parte del cuerpo, el realizar movimientos repetidos de los mismos hace que estos se ejerciten, se vuelvan más fuertes y, a la vez, su memoria física se potencia. Entonces se hace mucho más fácil reírnos. Los músculos responden más velozmente y con mayor eficiencia.
Y lo otro que se logra es que perdemos inhibiciones. Uno de los grandes motivos, seguramente, por los que no nos reímos tanto como debiéramos (más allá de otros muchos que veremos más adelante) es que nos da vergüenza, que no sentimos que estemos actuando de la forma seria que se espera de nosotros. Estos grupos de risa generan que esta se vuelva algo natural y perdamos definitivamente esos tabúes que no tienen ningún sentido.
Los beneficios
Durante los últimos años, las investigaciones científicas sobre la risa y el poder que esta tiene para mejorar nuestra salud han sido cuantiosas y determinantes. Ya parecen quedar pocas dudas de que la risa realmente tiene la capacidad de mejorar la forma en que nos sentimos y la forma en que nuestro organismo funciona. Esto ya lo hemos dicho anteriormente en este capítulo. Pero, ¿cuáles son estos beneficios a los que nos referimos?
Los beneficios de la risa se ven en muchos de los sistemas del cuerpo. Para empezar, la risa ayuda en mucho a remover los efectos negativos del estrés. Esto, además, es fácilmente comprobable, en la forma en que nos sentimos. ¿O no es verdad que, después de una semana particularmente larga, cuando nos sentimos destrozados y no queremos saber nada con el mundo, pasar un rato con amigos simplemente riéndonos, nos hace sentir mucho mejor, más descansado, dispuestos a enfrentar otra semana con mucho mejor humor? Este efecto se nota, entonces, fácilmente, en el día a día. Y las estadísticas muestran que el estrés es una causa de muerte cada vez más importante entre los adultos y los jóvenes adultos. Ya es suficiente beneficio, ¿no?
Lo que pasa con el estrés es que muchísimas enfermedades muy comunes (tensión arterial alta, enfermedades del corazón, ansiedad, depresión, toses frecuentes y resfríos, úlceras pépticas, insomnio, alergias, asma, dificultades menstruales, dolores de cabeza causadas por la tensión, perturbaciones del estomago, migrañas y hasta el cáncer) tienen algún grado de relación, mayor o menor, con él.
Y, por otro lado, la risa también tiene otro efecto que, por más que pueda ser impensado, es aún más importante, ya que sirve ya no para que nos sintamos mejor, sino para que, de forma activa, se prevenga el ingreso de enfermedades al organismo. La risa sirve para potenciar nuestro sistema inmunológico, lo cual es la clave para prevenir enfermedades.
|