32 sonatas para piano y
10 más para violín, once oberturas,
el triple concierto, óperas y muchísimas
obras musicales maravillosas y siempre vigentes,
por aquel ser humano idéntico a nosotros,
a quien conocemos como Ludwing Van Beethoven.
Igualmente, fue
un cerebro igual al nuestro el que diseñó
y construyó la torre Eiffel; el que logró
enviar hombres a la luna y traerlos de regreso;
el que imaginó, diseñó
y finalmente, junto a otro cerebros similares,
construyó el Eurotúnel bajo el
fondo del océano para unir Inglaterra
y Francia.
Un cerebro igual
al tuyo pintó los techos de la Capilla
Sixtina, construyó el Canal de Panamá,
inventó el avión y el submarino,
esculpió la Piedad, el Moisés
y el David de Miguel Angel.
Fue en un cerebro
igual al tuyo y al mío, donde se encendió
la chispa que ha creado el cerebro electrónico
y toda la nueva gama de computadoras, con increíbles
capacidades de trabajo y procesamiento de infinitos
datos, que no obstante son sólo una pequeña
parte de la real capacidad de allí de
donde surgieron: de un cerebro humano, una menta
ágil e inquieta, una inteligencia cultivada,
despierta, curiosa, no resignada ni conformista,
sin mediocridad y sin pereza, con disciplina
y con entusiasmo.
Un cerebro igual
al nuestro, soñó, pensó,
diseñó y se unió a otros
para crear una isla artificial en el mar de
Japón, con varios kilómetros de
largo y sobre la cual fué edificado,
por más cerebros iguales al tuyo, el
aeropuerto de Kansai, la más extraordinaria
obra civil creada por el hombre en toda su historia
Sí, de eso
estamos hablando, de ese... que no dudamos
en llamar… enorme y milagroso poder que
hemos recibido los seres humanos: representado
en nuestro cerebro, la obra magna de Dios y
el elemento más maravilloso del universo
conocido.
Sí, de eso
que tenemos entre las dos orejas; que es la
chispa divina, la semilla, un vórtice
de fuego que tiene mayor poder que la mayor
bomba atómica; un foco de fuerza, una
carga, una fuente de energía que ha sido
capaz de mover montañas, cambiar el curso
de los ríos, que ha hecho llover sobre
los desiertos y ha cosechado flores y frutos
en las tierras más estériles.
Algunos humanos,
muy pocos por fortuna, han utilizado el enorme
potencial de su cerebro para hacer el mal, para
hacer daño; que lástima desperdiciar
el maravilloso poder y la increíble capacidad
para decir: Sí, diciendo No.
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