Los beneficios físicos de la meditación están demostrados hasta científicamente. Los de tipo mental también pero son más complejos de demostrar con el método científico porque la ciencia no dispone de los aparatos tecnológicos para medir los estados mentales y emocionales como sí las variables fisiológicas.
De todos modos, como reza el viejo adagio “la verdad es lo que funciona” y miles de años de experiencia en diversas culturas son suficientes, y de sobras, para demostrar a todos los niveles los grandes beneficios de la meditación.
“Cuando estamos en estado de meditación bajamos el ritmo respiratorio a un nivel basal, eliminamos emociones, todos nuestros sistemas se ralentizan y esto tiene un efecto en el cerebro a nivel químico. Suprimimos el consumo de ATP, esencial para la función celular”. Dr. Peter Franz (Jefe de neuroquímica clínica del departamento de psiquiatría de la Universidad Julius-Maximilians de Alemania.
Fragmento de la entrevista publicada en el periódico La Vanguardia el 21 de abril de 2008).
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