Los beneficios de la meditación son tantos que parece la panacea a cualquier problema humano. Como todo lo valioso en la vida, no es fácil de conseguir. Lo más importante, y al mismo tiempo el handicap, es tener la voluntad de incorporarla a tu vida.

La persona que medita diariamente (la meditación debe convertirse en un hábito como el lavarse los dientes o ducharse, para que funcione óptimamente) obtiene los siguientes beneficios:

Mayor claridad mental, sosiego interno, paz, aceptación de uno mismo, alegría de vivir, felicidad por sí mismo (interior) y no por haber pasado algo positivo (exterior).

Esta felicidad que viene de dentro es estable y duradera porque no depende de lo que te pase sino de ti mismo; en cambio la felicidad exterior no dura, pues la vida ahora te da una de cal y otra de arena y esta alternancia entre una situación y otra desequilibra, haciéndote vivir en un estado emocional a la deriva.