1. Ante todo, si sufre de alguna dolencia física, dolor crónico o alguna enfermedad que afecte a su capacidad de tensar y relajar porque le cause dolor no haga ese ejercicio específico (En otro curso veremos qué tipo de relajación es aconsejable).
En la LECCION IV le describo los ejercicios pero hay muchos más porque hay muchas variantes. Nunca se fuerce cuando vaya a tensar hasta generarse daño, el objetivo es que usted perciba la diferencia que hay en su cuerpo cuando se tensa y cuando se relaja, si le genera dolor debe disminuir la intensidad y según su estado físico puede que ese ejercicio no lo deba realizar. Consulte con su médico.
2. Primero familiarícese con el procedimiento y los ejercicios.
3. Busque un lugar lo más tranquilo posible: luz tenue, temperatura adecuada…
4. Use ropa cómoda.
5. Quítese gafas, anillos…cualquier objeto que transmita tensión a su cuerpo.
6. Adopte una postura cómoda, sentado con la espalda apoyada en un cómodo respaldo, o bien tumbado.
Según vaya aprendiendo y practicando adaptará esta herramienta a usted mismo, sus necesidades y ritmo de vida. Por experiencia les contaré que yo misma me he encontrado en el metro de Madrid a las 8.00 de la mañana, de pié, rodeada de gente, y en época de exámenes universitarios, empecé con “mi tan familiar” tic del ojo izquierdo, y pensé: “¿y si aplico la técnica de desactivación en mi ojo izquierdo?”, les diré que en muy poco tiempo conseguí trasmitir a esa parte de mi cuerpo distensión y dejé de sentir ese desagradable tic. Suena bien ¿verdad?
Este resultado lo podemos conseguir tod@s y créame es muy gratificante.
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