Además de los tomates frescos que encontramos en los anaqueles de los mercados también encontramos los tomates procesados comercialmente y en una gran cantidad de formas, que nos auxilian en los momentos en que necesitamos ese toque especial para nuestras recetas, los más utilizados dentro de la cocina son:
1. Salsa de tomate embotellada: contiene condimentos. También se puede conseguir en latas, algunas marcas comerciales contienen altísimas cantidades de grasa y sodio que es utilizado como conservante, por lo que si esta en régimen bajo en sodio debe leer muy bien las etiquetas nutricionales, por lo general una marca popular de esta salsa obtiene 40% de sus calorías de la grasa y contiene cerca de 800 miligramos de sodio por cada media taza.
2. Pasta de tomate: como su nombre lo dice, es más concentrada que la salsa, se puede encontrar en el mercado en frascos de vidrio, en latas o en tubos. Una buena pasta de tomate debe ser concentrada a más de 24% sólidos (comparada con 8 a 24% para el puré de tomate) y debe contener nutrientes también densamente comprimidos; una taza de pasta de tomate tiene dos veces la cantidad de beta caroteno y 25% más vitamina C, aunque generalmente en las recetas se usan cantidades más pequeñas de pasta de tomate, una cucharada de ella puede darle espesor una salsa, o también se puede sustituir por esta, al diluirla con un poco de agua hervida. Para obtener i taza de salsa de tomates necesitamos ½ taza de pasta de tomates mas ½ taza de agua.
3. Tomates enlatados: pueden ser tomates maduros enteros, pelados y limpios, o tomates cortados en cubitos, en cuya etiqueta a veces dice «triturados». A los tomates enlatados a veces se les agrega pectato de calcio para ayudarlos a permanecer firmes; como resultado, este aditivo contribuye una pequeña cantidad de calcio a la dieta. Pueden incluirse sal u otros condimentos tales como hojas de laurel. Los tomates enlatados con sal adicional pueden tener doce veces la cantidad de sodio de los que no tienen sal, por lo cual debemos tener cuidado al elegirlos o usarlos en nuestras recetas. La etiqueta debe decir si se han agregado otras verduras y condimentos, tales como cebolla, pimiento verde o apio. Son una ingrediente que podemos tener en nuestra alacena, cuando necesitamos de el y no tenemos tomates fresco o el tiempo para pelarlos y cortarlos.
4. Puré de tomates: más que un puré es un concentrado de jugo y pulpa de tomate que bien enlatado, tiene la consistencia de una salsa de tomate espesa y puede contener sal o no.
5. Tomates secos; son tomates que han pasado por un proceso de deshidratación que ayuda a preservarlos e intensifica su sabor. Antes de ser usados, deben ser reconstituidos en líquido, principalmente aceite. Frecuentemente se venden empacados en aceite de oliva. Cómpralos secos y reconstitúyalos remojándolos en agua hirviendo pues así tendrán un buen sabor y usted evitará las calorías y grasas adicionales que puede aportar el aceite.
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