Naturalmente y
como indicábamos al principio hay otras
formulas para obtener un deseo menos espectaculares
que el ritual, se trata de los velones, que
mayormente se usan para acciones puntuales.
Las velas de petición son aquellas que
encontramos en las tiendas esotéricas
y que llevan una oración o una explicación
para su uso, existen algunas que ya están
preparadas y que prácticamente solo debemos
encender, aunque las únicas que merecen
mi confianza son las Velas de Mariano, envasadas
en un recipiente de cartón. Otras, envasadas
en plástico, no tienen (aunque así
lo indiquen), ninguna preparación por
lo que debemos ser nosotros quién las
prepare. La efectividad de estas es más
relativa ya que dependemos de nuestra capacidad
en el momento preciso de la acción y
quizás se pierda el sentido de la constancia
y sacrificio, tan necesario para propagar y
unir nuestra energía con nuestra fuerza
espiritual.
Las peticiones de una sola vela, se emplean
para casos de urgencia y es por ello que muchas
veces se consiguen resultados, ya que en un
estado alterado por una situación límite,
nuestro pensamiento y nuestra voluntad creativa
se multiplica.
Casi siempre, las peticiones urgentes tienen
que ver con la salud, un accidente, una operación
inmediata, un ataque de corazón; también
puede ser, que un estudiante nos pida ayuda
el día antes del examen (primero habremos
de preguntarle, si ha estudiado), y también
la petición urgente, se puede referir
a los sentimientos, un arrebato pasional, una
situación limite que se ocasiona por
ofuscación o por desconocimiento de una
de las partes.
El procedimiento en estos casos, que además,
es el sistema casero por excelencia, es encender
una vela para pedir la ayuda pertinente, normalmente
las personas “normales” (todos lo
somos), no hacen más que eso, encienden
y piden a su santo de devoción; los más
espirituales o religiosos, encienden un velón
en la iglesia, delante de la imagen que más
les place, este último procedimiento,
es el más correcto, ya que la persona
que tiene mucha fe, consigue mover más
energía.
También es posible ofrendar una serie
de estos velones preparados de forma periódica,
para que de esta manera podamos ir derribando
o construyendo según nuestras necesidades.
Para que podáis hacer en casa, en una
situación de apuro, este tipo de ritual,
explico a continuación un ejemplo:
Asunto: Infarto, traslado al centro hospitalario.
1. Meditación: Llénate de luz
y viaja mentalmente hasta el cuerpo de la persona.
Introdúcete en ella por la cabeza, visita
sus órganos con una sonrisa, dejando
para el final, el corazón, sitúate
en este órgano y estalla ahora tu luz
en su corazón, imagina su bombeo rítmico,
dale todo tu amor.
2. Mirando hacia el Este enciende un velón
o vela azul o de Gregorio Hernández,
en su defecto blanco.
3. Oración (podemos incluir deseos propios
mencionando el nombre de la persona).
4. Visualización creativa. Imagínate
a la persona conviviendo contigo en un futuro
(Navidades o fiestas señaladas), 5 o
10 minutos.
5. Da gracias a la imagen o Santo que hagáis
escogido o a la luz (Dios).
6. Deja que la vela se consuma hasta el final.
7. Tira los residuos, al mar o al río
de espaldas a este.
8. Una vez salvado/a del peligro, visita si
eres devoto, una iglesia o catedral, recitando
una oración en acción de gracias.
Como veis este sistema está un poco más
acorde con el espíritu de la acción,
ya que incluye un cierto sacrificio y una entrega
de amor, esto último tan IMPORTANTE para
conseguir resultados en la magia de las velas.
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