La inversión es el flujo de producto en un periodo dado, que se usa para mantener o
incrementar el stock de capital de la economía.
Al incrementar el stock de capital, el gasto de
inversión aumenta la capacidad productiva futura de la economía, es decir permite incrementar
las posibilidades de producir en el futuro.
Las cuentas nacionales identifican tres áreas principales de inversión. La primera inversión en
activos fijos, mide el gasto de las empresas en plantas, es decir la estructura física ocupada
por una fábrica u oficina comercial y equipos.
La segunda, es la inversión en inventarios que son el stock de materias primas y bienes no
terminados en el proceso de producción.
Finalmente, tenemos la inversión es estructuras residenciales, que incluye los gastos de
mantenimientos de viviendas así como la producción de nuevas viviendas.
Debemos distinguir entre inversión bruta y neta, ya que la mayoría de tipos de capital o
activos, tienden a desgastarse (depreciación). Por ello un monto determinado de inversión
total en la economía se dirige a reemplazar el capital o significan montos de depreciación, la
inversión bruta menos lo depreciado es la inversión neta.
La clave para comprender la elección de invertir o no invertir, o la decisión de que el gasto de
inversión debe incrementarse, se da cuando la tasa de retorno que se obtiene ahorrando para
el futuro, mediante la compra de bienes de inversión, es más alta que la que se obtiene
mediante la compra de activos financieros.
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