El sector gobierno constituye una parte clave de la economía, la naturaleza del sector público,
varía en cada país según los acuerdos institucionales concretos, la idoneidad y la generosidad
(o irresponsabilidad) de los regímenes.
El papel del estado es estar principalmente comprometido en la seguridad nacional, en la
seguridad interna, en la justicia y en los servicios que proporcionan asistencia en las áreas de
salud, educación, en algunos casos jubilación y en la protección mediante programas de
seguros o mejoras estructurales para hacer frente al desempleo.
El gobierno al igual que los agentes, también tiene una restricción presupuestaria, estas son
los ingresos que provienen de fuentes tributarias o por financiamiento interno y externo, estos
ingresos sea aplican al gasto de gobierno que se realiza en la compra de bienes y servicios o
en la inversión en bienes públicos.
En este caso, sea G la demanda de bienes por parte del gobierno en el periodo t, que además
siginifica el gasto público total G, dividido entre los precios resulta el gasto público en términos
reales. Este gasto es igual a las compras de bienes y servicios más el valor real del total de
transferencias realizadas por el gobierno a los agentes diversos:
G t / P t.
Por ahora, suponemos que los únicos ingresos del gobierno provienen de la emisión de
dinero:
(M t - M t -1) / Pt
Ahora supongamos que el gobierno también obliga a las economías domésticas a pagar
impuestos. Sea Tt el volumen de impuestos en un periodo t. en este caso, la cantidad real de
ingreso fiscal es Tt / P t.
La restricción presupuestaria, implica que los gastos son iguales a los ingresos totales:
GT/ P t
=
[ T t + ( M t - M t-1 ) ] / P t
El gasto público puede dividirse en cuatro categorías. La primera se refiere al consumo del
gobierno que designamos por G, incluye los salarios que paga el gobierno a sus trabajadores,
así como sus pagos por los bienes que adquieren para el consumo corriente.
En segundo lugar, la inversión del gobierno Ig incluye una variedad de formas de gasto de
capital como construcción de caminos y puertos. Tercero, la transferencia al sector privado Tr
como pensiones de retiro, seguro de desempleo y otros. En cuarto lugar tenemos el interés
sobre la deuda pública.
Estos gastos generalmente se dividen en dos grandes rubros: Lo que el gobierno gasta en
bienes para su mantenimiento, como salarios, servicios y otros, cuyo impacto es escaso, se
denomina gasto corriente.
El gobierno también transfiere a los consumidores beneficios de salud, educación y otros.
También realiza gastos en construir carreteras, hospitales, aeropuertos, universidades,
irrigaciones. Estos gastos de alto impacto se denominan gastos de capital.
Un mayor gasto continuo en el tiempo, se transforma en un gasto permanente cuyos efectos
son los siguientes:
Si no hay mayores ingresos, el volumen de deuda se eleva, ello presiona al alza de los
intereses, a la atracción de capitales de corto y largo plazo y con ello se produce una
apreciación real, que afecta a los exportadores y el producto.
Si no hay capacidad de deuda ni de alza de ingresos, entonces se impulsa la emisión de
dinero, lo cual hace que la expansión monetaria sea mayor a la demanda de dinero, con
ello el gasto interno crece y también la inflación, al punto que cualquier mejora del tipo de
cambio nominal es rebasada por la pérdida o apreciación real de la moneda afectando a
los exportadores.
Un gasto inflacionario reduce la capacidad adquisitiva de la recaudación tributaria. Por
ello el estado, en este contexto, debe tener saldos tributarios adelantados, esto supone
obtener ingresos previos a la ocurrencia de la inflación, para evitar que el estado no
pueda asumir sus gastos que crecen a ritmo de inflación e ingresos, que de no darse el
pago adelantado, caerían al ritmo de crecimiento inflacionario. ( Conocido como efecto
Olivera - Tanzi)
La emisión de bonos en un período, que financian gastos del mismo período, implica que en el
tiempo se recurra a mayores tributos para pagar los bonos, en un modelo de dos períodos,
podemos decir que los bonos emitidos en el primer período se pagan en el segundo:
(D1 + T 1) + T2 / 1+ i = G1+ (G2 + D1)/1+ i (1)
Donde:
T: Representan los impuestos.
D1: Deuda por emisión de bonos en el período 1 o D (1+ tasa del bono).
Si el gobierno gasta en un período más de sus ingresos, debe asumir deuda, de modo que el
período siguiente paga la deuda pero a costa de mayores impuestos. Sólo en el caso que el
mercado financiero sea poderoso, de modo que compre continuamente deuda, se puede tener
una menor alza tributaria. La relación entre impuestos en el tiempo y sus gastos en un
contexto intertemporal, mostrado en la ecuación 1, arriba mencionada, se denomina
equivalencia Ricardiana.
Las inversiones públicas y privadas deben estar en equilibrio continuo con el ahorro generado
en la economía, de modo que las relaciones sean:
Inversión pública = Ahorro público
Inversión Privada = Ahorro Privado + Ahorro Externo
Donde el ahorro externo equivale al saldo de la balanza externa en cuenta corriente. (BC +
BS), el equilibrio ahorro inversión, se muestra a continuación:
Ig + Ip = Sg + Sp + Se
( Ig - Sg ) - (Sp - Ip ) = Se
El modelo de equilibrio entre ahorro inversión concluye estableciendo que si el estado está en
déficit y el sector privado está en déficit, entonces el saldo en cuenta corriente es negativo. En
este caso demandamos bienes o servicios y pagamos con fondos externos, en este caso la
economía es muy vulnerable a shocks externos y la posibilidad de crisis por falta de pagos es
alta. Esto se debe a que financiamos la economía con recursos externos y estos fondos
pueden faltar en la economía, sobre todo si son de corto plazo.
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