De 1991 a 1996 la
inflación pasó de 20% anual a poco más del 0%, reflejando la efectividad del sistema
de paridad dólar peso. Sin embargo la salida de la recesión de 1995 produjo un
elevamiento paulatino de la inflación hasta 1998, este aumento se produjo a raíz de un
creciente uso de las cuentas fiscales en la expansión económica.
Este uso del gasto para incentivar la economía produjo niveles crecientes de déficit y
de saldo negativo en la cuenta corriente, la economía argentina se hizo fuertemente
importadora a partir de los problemas cambiarios del peso en relación a los socios del
MERCOSUR.
La evolución de la inflación y las cuentas fiscales puede verse en el gráfico 7.8 y 7.9.
Luego de un período de 3 años en donde las cuentas fiscales tuvieron un
comportamiento variable, el gobierno comenzó paulatinamente a elevar el déficit fiscal
pasando de superávit de 1.8% del PBI a un déficit de 3% del PBI en el 2001, lo que
desecandenó la crisis.
El financiamiento de estos déficits se hacía mediante bonos, Argentina comenzó a
emitir bonos en los mercados mundiales y locales. Sin embargo el paulatino
crecimiento del déficit fiscal y del saldo de cuenta corriente que era - 4% del PBI en
1999 y se redujo a 2% en el 2000, produjo un elevamiento del riesgo país que
comenzó a ahuyentar a los inversionistas, la presión cambiaria obliga a Argentina a
acudir al Fondo Monetario Internacional FMI, éste ayudo al país, el cual prefirió
sacrificar el crecimiento en pos del régimen de paridad.
A partir de 1997, las dudas sobre la economía argentina comienzan una progresiva
caída de los capitales externos, estos capitales comenzaron a salir del país conforme
se acentuaba la recesión y la crisis brasileña, ello obligó a que en el año 2000 ante
los movimientos negativos de capitales externos, las autoridades monetarias deciden
salir del régimen de convertibilidad, primero hacia una paridad entre el peso y una
canasta de monedas y luego hacia la flotación del peso.
El movimiento de los capitales externos puede verse en el siguiente gráfico 7.10.
Tal como muestra el gráfico 7.10, la inversión extranjera directa fue en parte el
paliativo a la crisis previa al 2001, sin embargo esta comienza a caer desde 1999,
recesando más la economía y obligando a una fuerte salida de reservas para defender
el tipo de cambio.
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