Escondió los
efectos de una posible crisis, además la economía crecía a un ritmo de 4% anual con
una inflación menor a un dígito, de modo que cualquier atisbo de crisis era
impensable.
Sin embargo el volumen de crédito interno comenzó a ser inmanejable para los
supervisores bancarios, la banca privada novel extendía créditos dudosos, con
probabilidades de no pagos y muchas veces fraudulentos. Esta excesiva expansión
del crédito equivalente a un 55% del PBI, produjo una masiva ola de compra de
activos financieros y reales, elevando el precio de los valores y también de los bienes
inmuebles, además los agentes estaban sobre endeudados, gran parte de ello en
dólares. Se incentivaba con ello, las entradas de capital de corto plazo y se
comenzaba a elevar la inflación.
Para evitar los ataques al sistema de ancla cambiaria implementado en México (tipo
de cambio fijo), el Banco central mexicano comenzó a colocar bonos en dólares, los
tesobonos. En sólo un año los tesobonos pasaron del 4% de la cartera de valores
públicos a 74%, estas emisiones buscaban reducir la sobrevaloración del tipo de
cambio. Sin embargo, tantas emisiones comenzaron a generar una profunda ola de
desconfianza en las autoridades monetarias y las expectativas se comenzaron a
trasladar hacia el tipo de cambio.
Poco a poco las salidas de capital comenzaron a poner en jaque a la autoridad
monetaria, el uso progresivo de sus reservas para defender el tipo de cambio no podía
ser eterno, el ataque se desató cuando los problemas políticos y la creciente
corrupción del sistema de gobierno mexicano, arrojó un saldo trágico: la muerte de un
candidato presidencial y el levantamiento de una guerrilla en Chiapas.
Veamos el cambio que se produjo en las reservas internacionales, en el cuadro 7.2.
Sin embargo los ataques contra el peso mexicano habían comenzado poco antes, se
dio cuando las tasas de interés norteamericanas subieron de 6.1 a 8% en el bono del
tesoro a 30 años. Esta salida de capitales y los problemas políticos, comenzaron a
generar una suerte de contagio en los inversionistas, la mayoría de ellos comenzaron
a sacar sus tenencias de corto plazo, con lo que se desplomó el sistema financiero y
el mercado de valores local.
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