Siria es parecida a la de otros países musulmanes del Oriente Próximo en cuanto a gastronomía y cocina se refiere con estilos y costumbre culinarias con ciertas influencias de la cocina mediterránea, turca (al ser países fronterizos algunos platos y formas de preparación son muy similares a los de Turquia) y sobre todo de la egipcia.
Destaca en esa gastronomía el mezza que es una mesa llena de aperitivos que se sirven a menudo en los restaurantes y en las sociedades, se compone principalmente de una pasta a base de garbanzos, berenjenas y carne (cruda o asada) que mezclan con especias y trigo, encurtidos, aceitunas y pan. El Za’atar, carne picada y queso manakish son muy populares como aperitivo que se incluyen en esta mezza.
El kubbeh (carne y semillas en bolitas, rellenas de cebollas y nueces), yabrak (hojas de parra rellenas de arroz y carne) y ouzi (pan relleno de carne y arroz) verduras con carne y salsa de tomate son casi considerados los platillos nacionales.
El pan es plano y lleva varias especias y hierbas. Una de las preparaciones más habituales con este pan plano o de pita se llama khubz, y se coloca sobre él una capa de hummus, elaborando de esta forma una especie de crema para untar.
Las cremas agrias son bastante populares y las usan para aderezar tanto los platillos de carne como para acompañar el pan.
Consumen mucho huevo y es un ingrediente común en la mesa.
Otros platos representativos de esta cocina son el Baba ghanoush (con berenjenas), el tabbouleh y el fattoush o mahshe que incluyen verduras y pepinos rellenos, las domas, los kebbs, kibbeh, mujaddara y bocadillos de shawarma y shanklish
Los sirios son muy conocidos por los quesos que producen.
Los musulmanes no ingieren licor, pero los que no son musulmanes pueden tomar el arak, y como son muy dulceros, hacen muchos dulces especialmente el baklava, que se elabora de masa filo que rellena a veces con nueces picadas o pistachos, todo ello con miel.
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