Es una cocina familiar y uno de sus proverbios mas sabios dice: Mâ kainsh el-kalâm cala ettacâm, es decir “donde hay comida, no se habla”. Considerada como una de las más diversas del mundo, la cocina marroquí es una mezcla de gastronomías procedentes de la etnia de los bereberes, los moriscos, las cocinas que se preparan en el Oriente Medio, las influencias de la dieta mediterránea y la cocina que les viene de los países del África negra y sus diferentes gastronomías con un rasgo distintivo y es el uso de lo dulce con lo salado, lo que hace recordar la cocina asiatica.
La cocina marroquí es muy sencilla de realizar es una cocina casera y popular que tiene mucho en común con otras cocinas de la región del magreb, pero que se distingue porque no tiene la influencia de los turcos como las otras. Esta dieta marroqui, con preferencia en la carne del cordero, el vacuno y el pollo que son las carnes principales, tiene muchos platos tradicionales que son muy conocidos en el occidente donde se destaca el harira quwe es una sopa de tomate con carne de vaca o de cordero, garbanzos y lentejas; el kefta o carne de vaca o de cordero picada, condimentada y cocida sobre las brasas; pastilla que corresponde a carne de pichón con pan, hout (sopa de pescado), djaja mahamara (pechugas rellenas de almendras y pasas) y el pescado también son comidas frecuentes, el cual cocinan de diversas maneras. Uno de los más conocidos en nuestra cultura es un puré de verduras denominado briouates.
Las ensaladas pueden ser taktouka, de verduras cocidas, o con hojas frescas y aliñadas. Hoy en día algunos platos marroquíes tienen reminiscencias de la de los árabes judios que emigraron de España y que fueron llamados “Los sefardí” que tenemos en un capítulo aparte.
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