Los musulmanes practicantes no comen cerdo ni beben alcohol
Acostumbran a tomar los alimentos sólo con la mano derecha y cundo una persona es invitada a comer, es de buena educación dejar algo en el plato para señalar que ha sido generosamente servida.
La comida en los países del Mundo Árabe está íntimamente ligado al la hospitalidad, en muchos de los casos servir una comida al invitado es una oportunidad de hacerle la honra, y por seo se le trata como a un rey, sin importar su condición.
Algunos países regidos por el Islam, poseen ritos precisos acerca de cuándo se debe comer o ayunar como en el Ramadán, quitando esta particularidad de la religión, las costumbres y el culto de la comida es común en todo el Mundo Árabe.
Según la tradición los chicos y los hombres no pueden entrar a la cocina pero a los hombres se les reserva el aprendizaje del rito del te a la menta, y de los platos que se van a prepara y servir en el exterior, como los pinchos o el mechui que es el cordero asado en asador o al horno muy lentamente.
El pan suele hacerse en los hornos que hay casa y rara vez se compra en una panaderia, las mujeres arabes estan encargadas de proveer el pan para las comidas, y que este forma parte importante dentro de esta gastronomía.
La costumbre culinaria y las recetas se transmiten oralmente y de madres a hijas. No existe la costumbre de la lectura de libros de cocina o recetarios, y ello es debido que antes la mujer era analfabeta. Es muy frecuente recibir como consejo al contarte una receta decir que "Tus ojos son la balanza".
La hospitalidad de la comida es un acto formal de gratitud y al invitado o al viajero que llega a la mesa de un árabe se le suele reservar una de las mejores posiciones en la mesa
Al entrar a una casa árabe, lo primero que hacen es ofrecerte el te con menta y la comida y la negación fuerte por parte del visitante se considera un acto rudo, y de muy mala educación pero esto varia según el país, a los sirios por ejemplo consideran de buena educación rechazar la comida o la bebida un par de veces antes de aceptarla, pero es descortes no aceptar el ofrecimiento completo. A los bahreiníes les gusta que sus invitados disfruten de la comida y prueben todos los platos. Los invitados que han comido suficiente deben rechazar con cortesía, pero con firmeza, lo que les ofrezcan; si uno duda, le servirán más.
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