1. Al descubierto: aplicado a frutas pequeñas como las fresas (frutillas) mores y cerezas, primero las colocamos en una placa cubierta con papel de cera para cocina, separadas unas de otras y las metemos en el congelador hasta que están tiesas, luego las sacamos y metemos en bolsas para congelar, etiquetamos con el contenido, cantidad (ejemplo: 100 gramos – 10 fresas, etc.).
2. Cubiertas con azúcar: ideal para congelar frutas blandas y con bastante jugo, colocamos las frutas lavadas, escogidas y secas; peladas y cortadas (dados, láminas etc.) por capas en recipientes esterilizados y rígidos (plástico o vidrio) y espolvoreaos azúcar entre capa y capa. Dejamos siempre un espacio de 2 centímetros entre las frutas y el borde del recipiente, cerramos herméticamente, etiquetamos y congelamos. Este procedimiento permite extraer el oxigeno de las células de la fruta, propiciando su conservación.
3. En almíbar; prepararnos de esta forma aquellas frutas que se decoloran u oxidan (como las manzanas y sus variedades). Al picar las frutas las bañamos con jugo de limón, las acomodamos en recipientes rígidos y esterilizados (vidrio o plástico) y las cubrimos totalmente con un almíbar medio, ya frio preparado con 100 gramos de azúcar (3 ½ onzas) y 250 cc de agua (1 taza), le agregamos 1 cucharadita de jugo de limón, esta cantidad de almíbar sirve para congelar ½ kilo (1 libras) de fruta fresca. Es simple su preparación simplemente disolvemos el azúcar en el agua y la llevamos al fuego, dejamos que hierva y contamos 3 minutos, agregamos el limón y dejamos enfriar bien antes de verterlo en el frasco donde tenemos la fruta lista para congelar.
El máximo período de almacenaje para vegetales y frutas de la mejor calidad es de 8 a 12 meses. (Excepción: Papas fritas – 1 mes)
|