Los productos de panadería y pastelería o repostería son muy fáciles de empacar y congelar. Tanto si lo s compra ya hechos como si toma un día especial para dedicarse a hacerlo en casa, siempre serán un recurso a mano para completar una comida o para preparar un buen desayuno
Si usted hace panes caseros con la finalidad de congelarlos, ya seas preparados con levadura o aquellos que se preparan con polvo de hornear, debe congelarlos lo mas frescos posible. Cuando se hayan enfriado totalmente, Cúbralos con papel de aluminio, bien ajustado y con las puntas bien cerradas, y luego envuélvalos en papel film o métalos en bolsas para congelar, etiquete y congele.
Puede meterlos en una contenedor rígido, para que los tenga todos apilados y sea mas fácil encontrarlos para usarlos a diario, no necesitan de espacio entre ellos. Si están preparados en moldes, puede utilizar los moldes de aluminio desechables, para hornearlos, así, solo los envolverá en papel de aluminio y film y podrá congelarlos completos (sin sacarlos del molde).
Los panes congelados pueden ser sacados del congelador y aun congelados, ponerlos en una horno bien caliente y hornearlos unos minutos hasta que estén crujientes de nuevo. Puede también cortarlos en rebanadas, estando aun congelados y tostarlos sobre una plancha o un sartén caliente.
Los rollos como los de canela, se congelan muy bien, y para usarlos se colocan en una placa y se meten al horno durante 20 minutos, cubiertos con papel de aluminio.
Los panes enriquecidos como los croissants o el brioche, que llevan mucha mantequilla no tienen bastante tiempo de vida en el congelador como los panes blancos o integrales. Esto es debido a la importante cantidad de grasas que se usa como ingredientes en el preparado de la masa. Pero tienen la ventaja que se pueden meteré al horno, directamente desde el congelador.
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