Son típicas del oriente venezolano, donde la pesca es la actividad económica más importante, el cazón es como un tiburón pequeño, lo venden en los mercados seco y salado o fresco. Si es salado debemos primero remojarlo para sacarle la sal.
Ingredientes para el guiso
3 k (1 ½ libra) de cazón cocinado y desmenuzado, se exprime sacándole toda el agua y dejándolo sueltecita la carne.
4 tomates grandes
El aliño
4 cebollas grandes
1 cabeza de ajo pelada y machacada
10 ajíes dulces picaditos
3 ramas grandes de cebollín,
1 rama de perejil picado
Sal al gusto.
1 cucharada de onoto en polvo
Masa
Preparada con 1 kilo de harina de maíz, 2 cucharadas de papelón rallado, 2 cucharadas de harina de trigo, agua y sal al gusto, hasta lograr una masa suave y manejable
Preparación
Se pican muy menudo todos los aliños y se ponen a sofreír en una caldero o sartén hondo hasta que doren ligeramente, agregue el cazón, el tomate picadito y espolvoree onoto o color al guiso. Cocine el tiempo necesario para lograr un guiso espeso y seco. El secreto para que salga una buena empanada, está en el amasado de la masa de maíz y la preparación del guiso que debe reposar y estar frio. Prepare la masa, tome una bola y extiéndala finamente con las manos, sobre un trozo de tela húmedo, coloque una cucharada colmada de guiso, doble y cierre en forma de medialuna, (ayúdese con un cortador o con un tazón mediano invertido) coloque en el caldero con bastante aceite bien caliente y fría hasta dorar. Escúrrala sobre papel absorbente y déjela reposar unos minutos, cómase la empanada calientita.
El secreto de nuestra empanada consiste en que cuando la valla a armar, la masa esté bien extendida y el guiso esté frio, así no se romperán al echarlas al caldero con bastante aceite bien caliente.
La sazón de nuestros guisos se la da el ají dulce, fragante y con un sabor exquisito.
Los guisos con que preparamos las empanadas suelen tomar color del onoto, o bija o achiote. Aquí en Venezuela además de moler las semillas y utilizarlos como polvo, también solemos hacer un aceite onotado, con el cual sofreímos los aliños y le damos ese color dorado tan especial.
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