-pejerrey con salsa de almendras acompañado
de papas noicette y mouse de calabaza-
Pasos a
seguir:
- despinar el pescado –si no se adquirió
despinado-, conservando cabeza y cola adheridos.
- Quitar las escamas, si las tuviera, conservando
integra la piel, pero cortando las aletas, menos
la cola.
- Salar y pimentar la pieza, y pasarla levemente
por harina por el lado de la carne.
- Si se quiere más tierno dejarlo sumergido
por media hora antes del procedimiento anterior,
durante media hora en leche.
- Calentar una gran sartén o paila –donde
puede entrar completo, en la cual se puso aceite
de oliva y manteca-
- Cocinar 3 a 5 minutos del lado de la carne,
y, con ayuda de una espátula girar la
pieza para terminar su cocción 6 a 8
minutos del lado de la piel, la cual quedará
crocante. El tiempo de cocción dependerá
del tamaño de la pieza y su grosor, como
también del gusto del consumidor final,
las últimas tendencias sugieren no cocinar
mucho al pescado, aunque la experiencia me dice
que el gusto tipo del argentino es comerlos
muy cocidos, no así en los lugares de
moda...
- Retirar y colocar sobre papel absorbente (mantener
caliente)
Salsa:
En una sartén o paila colocar una cuchara
de manteca, agregar una cucharada de ciboulette
picada finamente, una cucharadita de pimienta
verde y rehogar. Agregar 1 cucharada de harina
o fécula de maíz, mezclar bien
y agregar 1 copa de champagne brut, mezclar
bien, evaporar el alcohol y terminar con ½
taza de caldo de pescado o ½ taza de
crema de leche. Pasar por un chino y reservar
caliente.
Guarnición:
- una taza de papas noicette –cucharita-
cocidas en manteca y aceite con el agregado
de 1 cucharada de perejil picado fino y un touch
de ajo picado, sal y pimienta.
- Para la mouse de calabaza, se parte del puré
de calabaza al cual agregamos un poco de crema
de leche, yemas de huevo, sal y pimienta, luego
las claras batidas a nieve. Puede cocinarse
al vapor o utilizarse como una crema espumosa
, utilizando el puré y la crema calientes.
Armado del plato:
Presentar el pejerrey abierto con su carne hacia
arriba, salsearlo sin cubrir cabeza y cola,
espolvorear con almendras peladas, fileteadas
y tostadas. Acompañar con las papas noicette
y la mouse de calabaza, decorar con hojas de
perejil frito y chips de calabacita.
Con referencia a
las almendras, en la mitología surge
de la vulva de la diosa Cibeles, también
llamada Agdetis –Grecia-, genio monstruoso
que poseía los dos sexos. Según
unos mitólogos nació de un sueño
febril de Júpiter, y según otros,
de la piedra de Agdo.l Fue el terror de los
hombres y aun de los dioses, quienes le mutilaron.
Esta operación produjo un almendro de
fruto sabrosisimo. La hija del río “SANGUR”,
cogió muchas de sus almendras y las escondió
en su seno, más las almendras desaparecieron
y la ninfa quedó embarazada. Nació
el hijo, la madre lo abandonó siendo
criado por una cabra, y a medida que fue creciendo
se hacia tan hermoso, que el mismo Agdetis se
enamoró del él.
Cuando Atìs llegó a la edad viril,
marchó a la corte del rey de Pensinuta,
deseoso de casarse con la hija del monarca.
A punto de celebrar la ceremonia, cuando ya
era cantado el himno a Himeneo, se presentó
Agdetis e inspiró tal frenesí
al desdichado Atis, que él mismo se mutilò.
El rey, herido por idéntico frenesí,
siguió el ejemplo de Atis. Arrepentido
Agdetis de las consecuencias de su venganza,
y para reparar el mal ocasionado, obtuvo de
Júpiter que ninguno de los miembros del
joven Atis se marchitaran y que jamás
serían atacados de la putrefacción.
Esta tradición conservada por Pausanias,
era muy popular entre los habitantes de Pesinunta.
Agdestis: es un sobrenombre de Cibeles
Agdos: Asia Occidental., Roma de la Frigia desde
la cual, según Arnobe, Deucaliòn
y Pirra lanzaron las piedras, por detrás
de ellos, que habían de transformarse
en hombres repobladores del mundo vacío
después de un diluvio universal.
¿Qué
fue primero, el huevo o la gallina....?
¿seguimos investigando y divirtiéndonos...?
Otra forma de comer
pescado en una forma distinta a la que estamos
acostumbrados: “crudo”, para lo
cual solo elegiremos piezas muy fresca. Para
el plato siguiente, un “cebiche”
elegiré un pescado de mar “corvina
blanca” –roncadora- o común
(Micropogon undulatus) que llega hasta los 50cm
de largo, de carne firme y blanca; y para el
segundo cebiche, un pescado de mar que incursiona
en ríos, el “salmón rosado”,
con una consistencia grasa del 20%.
Un detalle que debemos tener en cuenta es que
no todos los pescados se pueden consumir crudos,
por ejemplo la anguila y el congrio poseen en
el plasma sanguíneo una toxina, “ictiotoxina”,
que provoca el mismo tipo de envenenamiento
que el de las serpientes; cocidas sus carnes
esta toxina desaparece. La lamprea de río
tiene en su mucus cutáneo un poderoso
veneno, por lo cual hay que desechar la piel.
El barbo hembra posee un veneno que no se destruye
con la cocción, en las huevas, por lo
cual hay que consumirlo fuera del periodo de
reproducción.
Por último el fugu
(de Japón) ha provocado miles de muertes,
por lo cual hay cocineros especializados en
su preparación, que saben extraer el
veneno; se dice que solo se deja una mínima
cantidad por poseer un efecto afrodisíaco
y erotizante. Hoy día ya no existe ningún
peligro y puede degustarse en varios restaurantes
especializados; por supuesto con un chef sùper
entrenado.
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