El doce de diciembre
es el día en que los mexicanos nos unimos
para darle gracias a la Virgen de Guadalupe
en la villa, lugar donde está la basílica
dedicada a ella en el Tepeyac.
Acuden a visitarla a la villa miles de personas
que quieren ver, agradecer, o pedirle un milagro
a la santísima Virgen de Guadalupe, reina
de México, o la morenita del Tepeyac
(como la nombra el Santo Papa Juan Pablo ll).
Vienen de diferentes lugares de la republica
y en ocasiones desde el extranjero en peregrinaciones
que en ocasiones han durado días de camino.
Se venden ahí toda clase de antojitos.
Fuera del atrio de la iglesia se colocan puestos
rústicos en los cuales las mujeres -indígenas
o no- están confeccionando y cociendo
en comales las llamadas gorditas de la villa.
No hay visitante que vaya a la basílica
y no las coma.
En los hogares siempre en alguna familia existe
una lupita y por lo mismo le preparan su gran
fiesta con arroz, mole con guajolote o cualquier
otro platillo tipico, pero a continuación
les daré la receta de las famosas gorditas
de la villa, que llevan más de un siglo
preparándose.
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