La India.
Este extenso y complejo país es muy rico
en materias primas para la estética.
Los productos de belleza se han usado en la
India desde tiempo inmemorial en ritos religiosos
y en la vida diaria, sin que hayan experimentado
evolución de importancia.
Las flores, el kohol y los polvos de azafrán
se usan cotidianamente y aún hoy en días
los niños de este país pintan
sus ojos con kohol por sus poderes desinfectantes.
En uno de los libros más antiguos sobre
medicina en el mundo, el “Susruta”,
se explican cuidados de belleza con aceites
perfumados, entre otras muchas recetas de extractos
vegetales dedicadas a la estética.
China
La China tiene en cosmética, como en
tantos otros aspectos, una tradición
antiquísima.
Sus cánones estéticos se basaban
en una mujer delicadamente maquillada y con
un cutis cuidado al máximo. El maquillaje
consistía en finos polvos de color rosado,
rojo o anaranjado y los ojos se subrayaban con
bastoncillos untados en tinta china.
La piel se trataba con cremas elaboradas con
pulpas de frutas, aceites de té o grasas
animales. Los perfumes provenían de flores
– jazmín, almizcle, camelias –
o de maderas aromáticas como el pachulí.
La poesía y el arte chino en general
han reflejado profusamente esta delicada atención
de las mujeres chinas a la estética.
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