La perfecta profesional de la Estética
será eficiente en su trabajo y amable
y correcta en el trato con la cliente.
Escuchara los problemas de la cliente, aconsejándola
adecuadamente en la resolución de los
mismos.
El trato debe ser individualizado, adaptándose
al carácter y a la forma de ser de cada
una de ellas.
Los posibles problemas que puedan derivarse
del contacto con la cliente –si es pesada,
malhumorada, etc.- no se exteriorizarán
ni explicarán nunca a otras personas,
ya que deben considerarse como auténticos
secretos profesionales.
Una Profesión con Futuro
Las mujeres tienen cada vez más la necesidad
de conservar su belleza, su salud y su juventud,
necesidades a las que la Estética da
respuestas concretas. Por ello el futuro de
la profesión es brillante y atractivo.
No se debe caer jamás en el error de
creer que ya se ha aprendido todo en el mundo
de la belleza, ya que es una profesión
que se renueva constantemente con nuevas técnicas
y aplicaciones, teóricas y prácticas.
Mantener la inquietud por adquirir nuevos conocimientos
hará de la esteticista una profesional
siempre al día y gracias a ello podrá
alcanzar otras metas, como son dirigir un Instituto
de Belleza, representar marcas de cosméticos,
llevar la sección de belleza en periódicos
y revistas, etc.
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